18 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El lenguaje “deslenguado” que tiene enfermo al país 

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Claudia Posada

Por Claudia Posada

En el mundo,  tristemente, Colombia es señalado como emporio del narcotráfico;  padeciendo por décadas debido a distintos tipos de violencia que nos azotan; país de exuberantes bellezas naturales que incluye tierras prodigiosas cruelmente devastadas por culpa de ambiciones desmedidas; codicias que van del campo a la ciudad y arrasan por igual con las arcas del Estado;  la corrupción se ha enquistado  en todos los estratos y  esferas de la sociedad, como de igual manera, para completar, se ha generalizado el lenguaje deslenguado al que se refieren internacionalmente. ¡Qué pesar! Pareciera que no dimensionamos los perjuicios de lo que expresamos públicamente y el daño que se hace al no controlar las palabras ofensivas que se lanzan cuando no hay argumentos válidos para confrontar a los contrarios. 

A mediados del año pasado, el economista y filósofo Libardo Sarmiento Anzola, publicó un completo análisis y sus opiniones en el artículo que tituló “Un país vulgar y deslenguado” (Bajo el antetítuloColombia, el país más grosero del mundo según la RAE). Así quepara arrancar con nuestra columna nada más ilustrativo que retomar, tal cual, el párrafo que nos presenta el autor como entrada para llevarnos a lo que en un amplio contenido y conceptos,  Sarmiento Anzola,  integrante del Comité Editorial de los periódicos desdeabajo y Le Monde diplomatique, edición Colombia-  examina desde distintos angulas acerca del  lenguaje usual entre los colombianos: “La degradación de la comunicación verbal en nuestro país alcanza cada día niveles más que alarmantes en todos los espacios públicos y privados, jerarquías, cargos dignos e instituciones. Existen circunstancias de distinto orden que lo potencian y explican. Analizar las causas y consecuencias de esta deterioración del lenguaje es el propósito del presente artículo”. Y Nos recuerda, por lo demás, que “RAE es la principal fuente de información en cuanto a la forma de hablar, escribir y leer el español. En general, la mayoría de los países de habla hispana son vulgares y groseros en el uso de lenguaje, incluida España, la “madre patria”. Junto con Colombia, sobresalen por su expresión y comunicación tosca, indecente y ofensiva Ecuador, México, Argentina, Venezuela y Panamá”.  

En su artículo, Sarmiento Anzola profundiza aspectos como: La historia del lenguaje, su empobrecimiento (causas y consecuencias); Ser,consciencia y lenguaje; Lengua y fascismo; Lenguaje y locura colectiva. Cada aparte, con su razonamiento y consideraciones, nos sitúa de inmediato en lo que es ese lenguaje desafiante, altanero e inclusive vulgar y cínico que se observa hoy en Colombia -no en espacios cerrados del vulgo – sino, asombrosamente, en las confrontaciones públicas. Dice el autor, por ejemplo, en lo concerniente a Lengua y fascismo: “Hay una estrecha relación entre el lenguaje grosero y vulgar con la expansión de la ideología fascista y autoritaria. El fascismo se arraiga de manera discreta y paulatina, y llega siempre, primero, de contrabando en las palabras. Todos los regímenes –no sólo los totalitarios– se apoyan en ciertas estrategias discursivas, pero las del nazismo son proverbiales”. Y no se trata, precisamente, de otro punto que toca Sarmiento cuando habla de las cinco “palabrotas” que los colombianos repetimos como un mantra: “hijo de puta”, “marica”, “gonorrea”, “huevón”, “malparido”, al razonar  en lo que es la variedad de la entonación para interpretaciones que van “desde la intimidad cariñosa, la confianza y la cercanía hasta el más venenoso odio, intimidación y rechazo”. Es otro el punto que  particularmente me llamó la atención en lo que el filósofo Sarmiento Anzola engloba dentro de lo que denomina La “situación” lingüística, porque al detenemos justamente en el último renglón de uno de los párrafos, visualizamos lo que hoy se observa en Colombia: “En el país, la corrección idiomática dejó de representar un factor de valoración social. El lenguaje soez, vulgar y malsonante utilizado en todas las ocasiones por los connacionales viene estructurando un entramado (sintaxis y semántico) de formas expresivas y comunicativas que la comunidad lingüística internacional considera inapropiadas, obscenas, indecentes, deshonestas, injuriosas u ofensivas. (…) No debe olvidarse que la sintaxis de una lengua no es independiente de su semántica. El fenómeno observado en el país no responde a una simple variación lingüística o sociolecto; es un hecho generalizado, independiente de culturas, regiones, clases sociales, sexos, grupos etarios, dignidades, oficios o profesiones”. 

Así es, porque en el ámbito de la confrontación política, sin ser exclusivo de sectores o colectivos en particular se hizo frecuente, se volvió común porque no nos escandaliza ni se sanciona, el uso del lenguaje ofensivo, calumnioso e indecente, pero sobre todo injurioso; aunque no se puede ocultar que hay, puntualmente, personajes, o personalidades de reconocimiento entre la ciudadanía o la en la sociedad colombiana, de la “peor boca” para referirse a sus contrarios en la política. Para la muestra una perla (O mejor, para la muestra un collar de perlas) La cantante Marbelle, según informó este fin de semana Infobae, se despachó contra Petro por el paro camionero: “No es tan importante como su amado PEGASUS… el de Panamá!” Así lo señala la cantante en su cuenta X. Al respecto, la cantante aseguró que: “Care crimen dijo que después hablamos del paro, eso ahorita no es tan importante como su amado PEGASUS… el de Panamá!”. “Marbelle destacó que Gustavo Petro prefirió hablar de chuzadas que del paro de transportadores – crédito @Marbelle30/X”  Infobae señala también: “Pero Marbelle fue más allá y se refirió a la privacidad del presidente Petro, pues aseguró que desde que, supuestamente, estuvo en Panamá con una mujer que no era su esposa, el primer mandatario no volvió a ser el mismo, sino que su comportamiento está peor”. (Negrilla del informe original). Supimos, por otra parte, que aparece Marbelle en su cuenta X, con foto que  la izquierda va acompañada del texto muy destacado que dice: “Desde que se lo comieron en Panamá no es el mismo…es peor.” Cuando se adolece de capacidad para argumentar con altura, conocimientos y buena voluntad, no es de extrañar la ordinariez del lenguaje en las confrontaciones. 

¿A qué bueno para el país, pueden llevar “salidas” tan descompuestas como tantas que son dirigidas en contra del presidente Petro? ¿Cómo hacernos creer que en tanta insensatez y desvergüenza hay amor patrio? La más feroz toxicidad se ha tomado el lenguaje público, el mismo que tiene enfermo emocionalmente al pueblo colombiano por la incertidumbre y zozobra que han creado como estrategia estimulada en la ambición de poder.