23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: No hubo empalme

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

La semana pasada hice eco en mi página de tuiter a una crónica de “El País” de Cali sobre el lamentable estado en que ha quedado la llamada “Carretera Panorama” que bordea el río Cauca a todo lo largo del Valle . Cometí la imprudencia de afirmar que cómo será la desidia del gobierno que hasta un diario duquista pegaba el grito en el cielo. Se abrieron los garajes que protegen al gobierno y cayeron por redes sobre mi todos los epítetos posibles, que dizque pretenden acallarme a base de insultos y recordatorios torciteros.

En vez de amilanarme me puse a verificar cuáles han sido las razones para que en estos seis meses de gobierno la ministra de Trasporte, el Invías y aún hasta la vicepresidente, encargada carnal y políticamente de esas áreas públicas, haya caído en atonía asustadora. Resulta que por el fastidio que antes del 7 de agosto se tenían entre duquistas y santistas el tradicional empalme que realizan los gobiernos entrante y saliente para comunicarse lo que se está haciendo y debe seguirse haciendo, no se hizo bien. Por vanidad o por orgullo que pagamos muy caro los colombianos, no hubo intercambio de información sobre las vías que el 31 de julio entregaba el consorcio Solarte y que tenía bajo concesión de mantenimiento. Y aun cuando en estos  6 meses ya se enteraron que muchas de esas carreteras que ellos conservaban están desbaratadas y es necesario apretar soluciones, han preferido insultar en vez de trabajar, hacer pereza y echar el muerto al gobierno Santos como si 180 días después de asumir las responsabilidades del estado el mantenimiento correctivo y preventivo de las carreteras no fuera misión del que gobierna.

Como hay varias vías en el país que sufren esa lepra que carcome, Invias/ Mintrasporte, deberían declarar la emergencia, agilizar el trámite de licitación y adjudicar a dedo el mantenimiento de esas carreteras.

@eljodario

Otro más

El paso de los días ha venido a demostrarnos por medio de un fallo judicial (“la justicia cojea pero llega”) que la patraña montada con el hacker Sepúlveda, el candidato a la presidencia Oscar Iván Zuluaga, su hijo y el “asesor espiritual de la campaña” Luis Alfonso Hoyos, fue eso: una patraña para usarla como herramienta en el proceso electoral que enfrentaba al caldense exministro de Hacienda con el presidente Santos. Se utilizó y dio resultado, Oscar Iván no fue presidente y los colombianos nos salvamos de tener un mandatario de las épocas de las novelas de Pérez Galdós, y por supuesto de contemplar actuando a un “asesor espiritual para ayudar a gobernar” como en algunas de las páginas del novelista español se hacía mofa de quienes desempeñaban ese cargo en los días de la volantona Isabel II, que pocas veces supo de quien eran sus hijos.

El fallo que ha liberado a Luis Alfonso Hoyos de toda culpa hace justicia con alguien que el presidente Duque debería tener en su gabinete, muestra la perversidad y alcance de quienes lo pusieron de chivo expiatorio y nos hace ver a los colombianos que la corrupción en el sistema investigativo de ejército, policía y otros uniformados hiede más que en la dictadura de Maduro parapeteada en los métodos y personajes de la Cuba castrista. Pero también nos deja una duda muy grande. Si Hoyos ha quedado libre de polvo y paja por el fallo judicial ¿no hay forma de revisar el fallo negociado con Fiscalía del tristemente célebre señor Sepúlveda que hoy por hoy más parece un curtido charlatán explotado que un verdadero hacker arrepentido porque dizque reconoció su culpa?

La historia de Colombia está llena de episodios demasiado repetidos de explotación de la justicia por el poder político para obtener resultados  y nosotros apenas los miramos de lejos. Otro más.

@eljodario