25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Machistas intocables

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

El fútbol colombiano está dejando ver con demasiada frecuencia, casi que cada que se alza la bata, que tiene los calzones rotos. A los manejos, por lo menos sospechosos, de las directivas futbolísticas tolerando la forma protectora que empleaba el entrenador Peckerman sobre algunos jugadores de la selección, se unió prontamente el lio de la reventa de  boletas en donde unos pocos amigos del esquema directivo del fútbol se ganaron una plata abusando de su poder y de la idolatrada fanatiquería. De ninguno de esos líos, ni de los que tuvo Bedoya en la bolsa de ofertas y coimas por la trasmisión de los partidos y que lo mantiene congelado en un apartamento neoyorquino esperando órdenes de los jueces norteamericanos. De ninguno de esos líos que hieden, la dirigencia futbolera ha salido siquiera salpicada.

Por estos días, cuando el mundo bulle de feminismo, y a solo 15 días del presidente Duque salir a pedir para Colombia la sede mundial del campeonato femenino, el inefable boquisuelto del señor Camargo primero y luego  el intocable presidente del fútbol aficionado por décadas, y representante ante los cenáculos del balompié femenino, el caballeroso González Alzate, se unieron al coro para hablar mal de las mujeres que juegan el fútbol. Y como entre las denuncias podrían darse delitos como en los de la reventa de boletas y el hedor de las aguas turbias con que se maneja el fútbol podría renovarse cada año en un nuevo campeonato femenino  donde los clubes inscritos tienen sus equipos, esos dos dirigentes y otro poco de machistas intocables, decidieron acabar de un tajo el creciente fútbol femenino en Colombia. Sátrapas o no, el espectáculo que están dando, solo produce vergüenza patria y una rabia infinita contra unos machistas a quien nadie se atreve a remover y mucho menos a sancionar.

TRAMOYEROS

Mientras más horas pasan, más se va develando el uso de la tramoya por parte del gobernante, auspiciado obviamente por la rosca de los amigos ultraderechistas de Washington con quien lo relacionó y les ha mantenido nexos el próximo miembro de la junta directiva de Ecopetrol, don Luis Guillermo Echeverri Vélez. El informe presentado el domingo por el New York Times sobre cómo fue la quema de los camiones en el puente fronterizo cuando el show de Duque, Piñeira y Guaidó, siguiendo el libreto de la Casa Blanca, indica muy a las claras que abusando de medios y generando tramoyeramente impresiones que solo admiten rechazos es como nos están gobernando y nos pueden llevar al abismo.

Una tramoya igual, libreteada por quienes consideran que el país no ganó nada pactando con las Farc y que, por el contrario, humilló su futuro al permitir la existencia de un tribunal transacional para remitir los crímenes de lo que no aceptan que fue guerra,  es la que hemos vivido durante 15 días en relación a la voluntad uribista de acabar con la JEP objetando el texto que ya había aprobado la Corte Constitucional.

Construyeron una tramoya tan sibilinamente calculada como la del show de la frontera para desprestigiar la tal JEP pero como también los defensores de ese régimen de la paz santista,  queriendo perpetuar el embeleco, montaron otra tramoya igual de escandalosa para dizque salvarla, el pueblo colombiano ha presenciado un show más y se apresta a iniciar otro más con el Congreso discutiendo si aprueba o no las objeciones que el presidente Duque le ha hecho a la ley estatutaria de la JEP.

Las tramoyas van y vienen. El copiar los métodos de las agencias de justicia norteamericanas,  como en el caso del Tuerto Gil y el fiscal popayanejo,  apenas las estamos conociendo. Quien sabe cuántas más faltan en aras de salvar un país sin salvación.

@eljodario