El Jodario: Las dos caras de Néstor Humberto

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Por Gustavo Alvarez Gardeazábal 

Néstor Humberto Martínez quien dice que se vio forzado a renunciar del cargo de Fiscal General de la Nación por la manera como se desarrolló el caso Santrich por parte de la JEP, ha escrito un libro (“Las dos caras de la paz”) sumamente copioso para quien quiera saber y recordar detalles de los dos episodios de paz, el del  Caguán y el de La Habana, pero a su vez un libro exageradamente melindroso que permite ser leído con deliciosa sospecha desde el primero hasta el último párrafo. Es de tal magnitud el objetivo que deja traslucir el libro que no hay más remedio que pensar, en muchos momentos de su lectura, que fue escrito para que el expresidente Uribe y los  verticales opositores de la paz de Santos le consideren el hombre ideal para representarlos. El hecho de que esté enfocado a dejar en claro su posición como Ministro o Fiscal frente a la paz que pretendió negociar Pastrana y a la que impuso en forma excluyente Santos, y en ambas haya predominado su espíritu santanderista de hombre de leyes y no de político sagaz, sería suficiente demostración de que el libro es una plataforma de autolanzamiento. Pero cuando le atribuye al capricho de Santos el imponer a María Angela Holguín como negociadora una y otra vez ante Uribe cuando el plebiscito del 2 de octubre, y el rechazo siempre vertical y manifiesto del expresidente a sentarse en la mesa con ella, le pone la cereza al pastel y saca del ring uribista a un Fajardo que ahora convive con la excanciller y podría ser su rival.

El libro, así pareciera por el desarrollo de los acontecimientos políticos de las últimas semanas,  que haya perdido rápidamente su objetivo central de ayudar a la candidatura de NH por el uribismo, pretende y logra agradablemente llevar a un nicho de la historia los esfuerzos por pactar con las Farc, dejando en claro los malestares que esos acercamientos y negociaciones generan en individuos del talante de Néstor Humberto.

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