La apuesta del viejo paisa jugador de dados encima de la ruana de todo o nada se ha repetido por parte del expresidente Alvaro Uribe y el primer mandatario Iván Duque en relación a la promulgación de la ley estatutaria de la JEP, que ya pasó la revisión de la Corte Constitucional. Al tiempo que un grueso grupo de columnistas y manejadores de opinión han hecho una campaña feroz para urgir al presidente Duque que la firme, el senador Uribe ha ido subiendo el tono y ha dicho que él no es partidario de la JEP. En tal condición si Duque no la promulga habrá una oleada internacional mostrándolo como enemigo de la paz y nacionalmente, se tendrá el convencimiento de que se ha declarado nuevamente la guerra. Y si la firma, el expresidente Uribe podría repetir la historia de su enfrentamiento con Santos y el país volvería a presenciar un espectáculo que no por conocido será dañino para la tranquilidad y futuro de Colombia.
Federico revivió el space
La batalla de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín contra el fantasma de Pablo Escobar ha llegado a una cúspide que puede tener grandes repercusiones. Independiente de las opiniones que se tengan sobre la validez o no de esa batalla, el espectáculo de implosionar el Edificio Mónaco para dizque borrar el recuerdo de Pablo de la memoria visual de los antioqueños, ha costado un dineral a la alcaldía de Medellín. Y como en estos momentos es tan sospechable, tanto que las ganancias de EPM no nutran por 2 o 3 años las arcas de la capital antioqueña como que Fico puede estar construyendo las bases de una candidatura presidencial, la apuesta a futuro es arriesgada, mucho más cuando la implosión ha recordado que en Medellín desde el Space han tenido que derruir o remendar edificios por equivocaciones garrafales en el diseño.
Amargos tragos con el café a menos de un dólar y la inversión extranjera en bajón
Dentro de la maraña de protección a la gestión gubernamental no se ha hecho resonar dos noticias económicas que pueden estar comenzando a revelar que este 2019 resultaría muy conflictivo para el país. El hecho de que se hubiese sabido que la inversión extranjera en el mes de enero descendió un 44 % en relación a enero del 2018, ha sido interpretada peligrosamente como una alarma por quienes saben de la materia. Y el que al mismo tiempo el precio del café haya descendido por debajo del dólar la libra, ha puesto no solo a la Federación a bramar al cielo, sino a los economistas a hacer cuentas sobre la estabilidad financiera del medio millón de hogares que responden por la cosecha cafetera.
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