24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Las 3 del tintero

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

Debería existir una Sutatenza satelital

Hace muchos años, cuando el campesino colombiano no sabía ni leer ni escribir y apenas si le enseñaban a beber todos los fines de semana  y a votar cada dos años, monseñor Salcedo se inventó Radio Sutatenza y con plantas de acpm o escasas redes eléctricas sembró la semilla del conocimiento. Unos años más tarde vino el transistor, que fue la revolución de la ignorancia. Y ahora el Smart, pero no lo pueden usar sino cuando salen al pueblo. Hay millones de hectáreas sin cubrimiento de señal de internet, que donde funcionara haría tanto por la sapiencia del campesino como Sutatenza y el transistor. ¿Por qué en vez de botar en bolsillos de ongs hambrientas la plata de los planes de rehabilitación de los antiguos campos de guerra, no se contrata por el Mintic un sistema de satélite que ponga el internet en todos los rincones de la patria?
¿Qué nos están tapando?

El hecho de que el FMI haya decidido otorgar un crédito flexible de 11.400 millones de dólares a un país como Colombia, tan lleno de deudas, es muy probablemente una señal de que algo está pasando con nuestra economía y no nos lo quieren contar. El hecho de que Valora Analaytic  haya dicho esta semana que Colombia con su estado de cuentas y sus cifras de endeudamiento es un país tan vulnerable a un shock como Argentina, Turquía y Venezuela, por alarmista que resulte siendo, no deja de ser preocupante porque algo deben saber ellos para meternos en la misma mochila de los que han estado haciendo agua en los últimos meses. Y si pasa, ¿cuál es el remedio? ¿Unas medidas de sobrecarga impositiva como el IVA al 19%, para la canasta familiar?
Robledo volvió a hacer el mejor debate pero tampoco pudo ganar

Ya se va volviendo costumbre en la vida parlamentaria colombiana que el senador Robledo estructure y realice los mejores y más nutridos debates de control político, pero nunca gane ninguno. El que montó contra el ministro Carrasquilla confundió los dolos y por intentar cuantificar lo que el ministro había obtenido en miles de millones, con su jugada de avispado patrocinando tras bambalinas una ley que solo él sabía dónde tenía la hendija para montar el negocio de los bonos, Robledo olvidó darle el garrotazo definitivo y cuando Petro salió en su ayuda, ya el ventajoso ministro había salido del hemiciclo como Rin Rin Renacuajo, muy tieso y muy majo.