24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Las 3 cabezas @eljodario @DIANColombia

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

Me dicen los que saben y se la pasan todo el día aplicando algoritmos a la economía colombiana, a su mercado de capitales y a los saldos rojos y negros de los balances, que mientras la Casa de Nariño mantenga el criterio de dividir el manejo de las finanzas del país en tres estilos diferentes, y personalizados dentro del staff gubernamental, en vez de aunar esfuerzos para resistir los problemas que tenemos, (más los que se nos vienen encima con la batalla USA/China), vamos a terminar despiporrándonos.

Dicen esos sabios que estuvieron conversando conmigo y explicándome, que en Colombia se presentan dos fenómenos que las políticas económicas gubernamentales ni orientan ni enfrentan. El primero, que hay un exceso de ahorro y una muy poca inversión. Eso dizque se mide por el bajo interés que pagan los bancos por los CDT y significa que el colombiano común prefiere ahorrar que invertir para generar de alguna manera más fuentes de trabajo. El segundo fenómeno, es que la economía nacional sobrevive con un magro crecimiento del 3% porque ha estado basada en el consumo (y parece que continuará así) y ese consumo lo impulsan los saldos que quedan en el país de los dólares que pagan por las más de 200 mil hectáreas de cultivos de coca.

Para mis contertulios financistas, los dos problemas están siendo enfocados de muy distinta manera por el ministro de Hacienda, que no piensa como el ministro de Vivienda (pletórico de títulos universitarios gringos) y es muy diferente al presidente del Banco de la República. No hay entonces unidad de criterio frente a los problemas sino consenso para no herir orgullos de sabios. Y, lo que es peor, ha prolongado esa división a la Junta del Banco de la República, dividida en las 3 vertientes monetaristas o desarrollistas o cepalianas que han dejado crecer y alentado, tal vez de manera equivocada.

LA DIAN OTRA VEZ

No hace un mes que la página de la DIAN entró en crisis y durante 10 días los recaudos de impuestos, las autorizaciones aduaneras y todas las gestiones que los ciudadanos y empresas hacemos ante la DIAN fueron suspendidas. El viernes volvió a repetirse la falla, el ministro de Hacienda ni nadie del gobierno donde campea la desidia, apareció a dar la cara y apenas si mandaron instrucciones por twitter, a los que nos quejamos, para que le echáramos la culpa a nuestro computador o al servidor, no al contratista que les maneja la página a la DIAN. Al final del día, tan desesperados con la protesta en redes, decretan dizque “contingencia”, como si los ingresos del estado pudieran manejarse como Avianca.

Los gremios que respaldan tan solidariamente al gobierno en su desidia, ilusionados quizás en que las cosas puedan cambiar cuando el presidente aprenda a gobernar, dejan solo al vocero de Analdex enfrentando al irresponsable ministro y al inexistente director de la Dian, pero el resto de gremios, calladitos, aplaudiendo el daño que se le hace al país. Los políticos, los integrantes de las comisiones económicas que se hacían respetar tanto, enmudecen para hacerle coro al silencio gubernamental esperanzados en alguna mermeladita ahora que están en campaña. Y el Contralor, quien de verdad puede contarnos en detalle cuál clase de diligencias ha realizado su despacho sobre la ejecución del contrato que tiene la DIAN con la firma que maneja la página web, se une al coro de los mudos por negligencia de su oficina de comunicaciones.

Estamos escenificando, sin tener quien solucione el asunto, un tenebroso silencio que dignifica la inutilidad de quienes nos gobiernan pero también nos enfrentan al período de presentación de la declaración de renta y del pago de los impuestos trimestrales teniendo infinita desconfianza en la DIAN y más temores aún en la marcha futura del país.

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