20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Jodario: Chorro de babas

 

Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)

Hay un aire de frustración entre quienes creían que las reuniones de obispos en el Vaticano y de cancilleres del Pacto de Lima en Bogotá resultarían positivas para enfrentar los dos problemas que los motivaron. Pero parece que allá y acá resultaron con un chorro de babas y los problemas van a continuar. En el Vaticano los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo reunidos para hablar sobre los problemas que el homosexualismo le ha estado causando a la iglesia, no fueron capaces de hacer una declaración radical condenando no solo el silencio que ha cubierto a los sacerdotes, obispos y cardenales abusivos, sino que esquivaron coger el rábano por las hojas y prefirieron no aceptar públicamente que la iglesia católica  está homosexualizada en todas sus instancias.

En Bogotá el Grupo de Lima reunió a los cancilleres y a tres presidentes para tratar de digerir el fracaso del evento populista  acaudillado por los presidentes Duque y Piñera de romper la frontera de Venezuela con 3 camiones cargados de medicinas y alimentos y, como los obispos en el Vaticano, en vez de asumir la magnitud de la equivocación, se fueron por las ramas pidiéndole a la ONU, la OEA y la Corte Penal Internacional que analicen el tema. En ninguno de los 18 puntos de la tibia y melancólica declaración (redactada al estilo que le conocemos desde décadas a nuestro canciller Holmes Trujillo) se habla de  rechazo o acogimiento a la oferta que minutos antes había puesto sobre la mesa el vicepresidente de los Estados Unidos, de usar cualquier método, inclusive la fuerza militar, para obtener el derrocamiento de Maduro.

Reunir a 190 obispos y a 11 cancilleres para salir con comunicados destemplados nos explica por qué Trump y el demonio están mandando la parada.

¿Iglesia homosexualizada?

Cuando publiqué “La Misa ha terminado” sabía que no exageraba. Por supuesto la narración, como es una novela, puede haber pecado de impía para muchos católicos que se niegan tercamente a aceptar lo que ha estado pasando en la Iglesia. Tengo muchos testimonios escritos de lectores asiduos de mis novelas que se escandalizaron frente al texto y prefirieron confesarme que lo dejaban de leer, que no lo terminaban. Pero han pasado 4 años de esa publicación y mientras más días y meses han corrido, lo que esa novela cuenta cada vez va siendo menos exagerado. Ayer comenzó en el Vaticano la reunión de todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo para tratar el tema de las demandas y denuncias contra cardenales, obispos y sacerdotes por relaciones homosexuales o permitidas o condenadas ante tribunales. El papa Francisco, personaje de mi novela, expulsó del sacerdocio la semana pasada al cardenal McCarrick por haber mantenido relaciones abusivas con seminaristas a lo largo de su ya prolongada vida, (tiene 88 años). Y también hoy se pone en venta en librerías de Estados Unidos y Europa, y quizás en Colombia, el libro “Sodoma” de Frederic Martel, un reconocido sociólogo gay, que sobre la base de entrevistas a diferentes miembros de la iglesia vaticana construye una escanografía para afirmar categóricamente  que la Iglesia está homosexualizada.

Probablemente ni los presidentes de las conferencias episcopales ni el papa argentino ni los curas homosexuales vayan a admitir que lo que yo novelé en “La misa ha terminado” o el señor Martel concluye en su desde ya escandaloso libro “Sodoma”, vaya a ser verdad. El Vaticano siempre ha mantenido la línea de los ojos torcidos ante el pecado de los suyos y por ende ha marchitado cualquier opción de reconocer la mariconería de los curas.