25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El ingeniero Franklin Greindinger

Jose Hilario Lopez

José Hilario López

El gobernador de Antioquia acaba de conceder el Escudo de Antioquia Categoría Oro al ingeniero Franklin Greindinger Betancur, uno de los grandes empresarios de la industria de la construcción de infraestructura en nuestro departamento y en el país. 

Franklin Greindinger se graduó en el año de 1964 como ingeniero civil en la Facultad Nacional de Minas. Su primer empleo profesional lo ejerció en el Fondo Nacional de Caminos Vecinales, luego pasó a trabajar con los Ferrocarriles Nacionales de Colombia (FNC) y más tarde con Prominsa. Con estas primeras experiencias sumadas a los conocimientos adquiridos en los talleres metalmecánicos de su padre, Franklin desde su más temprana edad se apasionó y llegó a ser un verdadero experto en todo lo relativo a maquinaria y equipos de construcción, conocimiento este que, sumado a su experiencia administrativa, le permitirían llegar a ser el gran ingeniero emprendedor de estirpe shumpenteriana para sus propias empresas de construcción de vías, minería y centrales hidroeléctricas. 

La historia del ingeniero Greindinger como empresario constructor de infraestructura se inicia con la asociación con su colega y condiscípulo José Jairo Correa Gómez, reuniendo experiencias administrativas, en construcción de vías y conocimientos metalmecánicos en la nueva empresa que para estos efectos crearon, que llamaron Los Topos Construcciones. 

En la construcción de la carretera Caicedo-Río Cauca, localizada en el occidente del Departamento de Antioquia, Los Topos, una  de las primeras empresas del ingeniero Greindinger, constituida a raíz de la liquidación de Los Topos Construcciones,  empezó a desarrollar una novedosa fórmula para la financiación de las obras contratadas con el Departamento de Antioquia, consistente en que el contratista con sus propios equipos y mano de obra aportaban el 60%, que sería cubierto mediante pagarés, y el  contratante aportaba el restante 40% de la inversión requerida, iniciativa ésta que daría lugar al sistema de concesiones viales.  Esta misma fórmula fue la se utilizó para la financiación de la carretera Palmas – Aeropuerto de José María Córdoba, donde también participaron Los Topos. 

Greindinger con Los Topos, también trabajó en las obras de infraestructura para las minas de carbón de El Cerrejón Zona Norte, así como en la carboeléctrica de El Cerrejón y en las explotaciones carboníferas a cielo abierto en El Cerrejón Central, obras estas localizadas en el Departamento de la Guajira. 

De regreso a Antioquia, Los Topos construyeron la carretera Manglar – Cativo – Cañasgodas, sustitutiva de la antigua y tortuosa vía Santafé de Antioquia – Boquerón del Toyo, por el río Tonusco, afectada por continuos deslizamientos que hacían muy difícil su mantenimiento; en esta misma subregión del occidente antioqueño, Los Topos construyeron la carretera Cañasgordas – Chorodó. Estos proyectos permitieron a Greindinger modernizar su empresa y ejecutar obras de mayor envergadura como la carretera Marginal de la Selva y la Marginal del Llano, esta vez con su nueva empresa Topco S.A. Con la construcción de las vías para la Central Hidroeléctrica del Guavio en el Departamento de Cundinamarca, Topco S.A. se inició como empresa pavimentadora. 

Para ejecutar trabajos de explotación de la cantera de Cementos Samper en La Calera (Departamento de Cundinamarca), Greindinger creó Topos Minería y empezó a explotar sus propias canteras para la producción de agregados para construcción, la primera de ellas localizada en el río Tunjuelito, sur de Bogotá y posteriormente en el municipio de Tabio, Departamento de Cundinamarca. 

Con su nueva empresa Mincivil S.A, creada tras la liquidación de Topco, Greindinger se encargó de la construcción de las vías de acceso al túnel de Occidente en la carretera Medellín – Santafé de Antioquia. 

Greindinger y Correa de nuevo se asociaron en el año de 1998, junto con Impregillo, Pórticos, SP, Latinco y otras firmas antioqueñas, para crear Hatovial con el objeto de construir la doble calzada en la Carretera Panamericana en el norte del valle de Aburrá y, más tarde, Vías del Nus. 

Mincivil ha incursionado además  en la construcción de centrales hidroeléctricas en el Departamento de Antioquia, la primera de ellas la denominada Central Carlos Lleras Restrepo con 80 MW de capacidad instalada, galardonada  en 2016 con el Premio Nacional de Ingeniería, localizada en el municipio de Barbosa, un ingenioso proyecto que aprovecha el caudal natural del río Aburrá, incrementado por la descarga de la Central Hidroeléctrica de Riogrande II y las aguas residuales de todo el valle de Aburrá: una iniciativa que había concebido Greindinger desde sus lejanos tiempos como ingeniero de FNC. A esta gran obra se suma la micro central Escuela de Minas, localizada en el municipio de El Peñol. 

Otra de las grandes ejecuciones de Greindinger, junto con otros empresarios de la industrial de la construcción, fue la creación de Odinsa en 1992, empresa de la cual fue el primer presidente de su junta directiva.  

Mis mas sinceras felicitaciones al gran ingeniero Franklin Greindinger, un emprendedor de la más pura estirpe shumpenteriana.  

(1) Este escrito, debidamente editado, hace parte mi libro “Historia de la infraestructura vial en Colombia, Antioquia se abre el mundo”, en proceso de edición por Unilasalle. 

P.S. Las dos 4G en Antioquia a cargo de Greindinger y de Correa, junto con Mar 1, son las únicas obras que hasta ahora se han terminado dentro de los plazos acordados. Que contraste con el fiasco de Covipacífico, el concesionario de Pacífico 1, que a partir del deslizamiento de la Sinifaná en mayo de 2019 está afectando de manera grave el tráfico vehicular del suroeste antioqueño con el valle de Aburrá, y a éste con el Eje Cafetero, el departamento del Chocó y el puerto de Buenaventura, a lo cual se ha sumado la negligencia y/o incompetencia de este concesionario para atender los problemas de movilidad en el sitio de Paso Nivel en el municipio de Amagá. Todo esto ha sido advertido por el suscrito como Veedor de la SAI desde el año de 2009, pero la terquedad de la ANI y la arrogancia del prepotente Covipacífico han generado daños irreparables a nuestra economía regional. El Gobernador de Antioquia, apoyada por la dirigencia regional, está en mora de exigir a la ANI una urgente intervención en Pacífico 1, que obligue al concesionario a implementar urgentes soluciones o a ceder el contrato a un operador competente.