28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Informe Pöyry sobre Hidroituango

Jose Hilario Lopez

@EPMEstamosahi @Hidroituango 

Por José Hilario López

La consultora chilena Pöyry, en un informe que se conoció públicamente este fin de semana, advierte a Empresas Públicas de Medellín – EPM sobre una serie de riesgos a que está expuesta la presa de Hidroituango, que de llegar a colapsar generaría un catástrofe ambiental y social para los ecosistemas y las comunidades asentadas aguas abajo del proyecto, incluyendo la infraestructura de servicios y la carretera Troncal Occidental, que comunica el occidente del país y la ciudad de Medellín con la región Caribe. 

En mi concepto este es el primer informe técnico contratado por los propietarios del Hidroituango que advierte sobre la urgencia de acelerar la terminación del proyecto, sin detenerse, contrario a lo que han hecho informes anteriores que se han limitado a tratar de encontrar responsables del colapso de la galería auxiliar de desviación, basados en hipótesis sin suficiente evidencia técnica. Desde mis primeros artículos de prensa divulgados a raíz del accidente de obra de abril de 2018, he estado insistiendo en que la prioridad debe ser salvar a Hidroituango y esperar que el proyecto se termine y entonces, si fuese el caso, empezar a fijar responsabilidades asignables a los propietarios de la mega obra y a los subcontratistas de EPM. Hay una sabia enseñanza que hace muchos años aprendí de los Alcohólicos Anónimos, perfectamente aplicable a los dueños de Hidroituango y a los entes de control: “Cuando uno se está ahogando, lo primero que tiene que hacer es ver como salva su vida, antes de ponerse a perder tiempo averiguando quien fue el que lo arrojó al agua”. 

Salvar a Hidroituango es, justamente, lo que concluye Pöyry como la única alternativa viable para mitigar el riesgo de perder el proyecto y generar la consecuente catástrofe, arriba señalada, para lo cual es absolutamente necesario acelerar el proceso de puesta en funcionamiento de las ocho turbinas de generación de energía. Para esto es imprescindible que los actuales subcontratistas se mantengan hasta terminar completamente el proyecto. 

Aunque en una columna de prensa es imposible hacer un análisis completo del extenso informe de Pöyry, me limitaré a enumerar los principales riesgos identificados y las soluciones propuestas: 

Falla del vertedero, donde ya se están presentando agrietamientos en la losa y muros que conforman el canal, por donde desde hace más de tres años está fluyendo de manera permanente todo el caudal del río Cauca, propósito para lo cual la estructura no fue ni diseñada ni construida.  

El informe también identificó procesos de erosión en el cuenco amortiguador, una estructura ubicada en la parte inferior del proyecto, diseñada para recibir el caudal que pasa por el vertedero.  

La única alternativa para mitigar el riesgo de falla del vertedero, y con ello el colapso de la presa, es acelerar la puesta en operación de las ocho turbinas que conforman el sistema de generación de Hidroituango. 

Inestabilidades de la ladera derecha aledaña a la presa, donde se podría generar un gran deslizamiento cuyo impacto sobre el embalse generaría una ola, tipo tsunami, que derrumbaría la presa. Se requiere que EPM proceda, de manera inmediata, a poner en ejecución las medidas y obras de estabilización de este deslizamiento.  

El informe señala también inestabilidades en la ladera de la margen izquierda, donde está empotrada la presa, un riesgo similar al ya señalado en la ladera derecha.  

El informe considera como crítica la perturbación del macizo rocoso, donde se localizan los túneles de conducción 5 a 8. En este punto Pöyry recomendó “extender la zona de tratamientos (refuerzo de la excavación) hasta el embalse y no sólo la zona perturbada identificada al interior de la ladera”.  

Pöyry identifica también un notorio deterioro de los tapones construidos en el túnel de desviación derecho, lo que podría dar lugar a un destaponamiento súbito del túnel, tal como ocurrió en 2018, con las consecuentes afectaciones a las comunidades y ecosistemas aguas debajo de la presa. Para mitigar ese riesgo, EPM avanza en la construcción de un pretapón, para luego proceder a construir el tapón definitivo.  

El problema de las filtraciones que se están presentando a través del llamado lleno prioritario, un núcleo rígido conformado con lechada de cemento y bentonita, concebido para acelerar el rápido realce de la presa, no contemplado en los diseños originales, antes de que se pudiese poner en operación el vertedero, es también una situación preocupante que requiere atención, para lo cual es necesario contar con un sistema de desembalse del represamiento, el cual no existe en estos momentos. 

La situación de riesgo del vertedero, el agrietamiento del lleno prioritario y el deterioro del macizo rocoso, según Pöyry, requieren atención inmediata, para lo cual recomienda dos acciones: la primera terminar la galería de descarga intermedia, contemplada en los diseños originales y la segunda, construir un nuevo túnel de descarga, adicional a los ya existentes. 

Desde que se inició la contingencia en Hidroituango, con el ingeniero Franklin Greindinger de Mincivil, propusimos a EPM la construcción de un pozo vertical en las cercanías del vertedero, complementado con galerías horizontales hacía el embalse, excavado con un equipo “raise boring”, que permitiese un desembalse controlado del represamiento; además el autor de estas líneas ha estado insistiendo sobre la necesidad de construir la referida galería intermedia.  Tener un sistema de desembalse es la única manera de poder atender cualquier emergencia; además de los riesgos aquí anotados, la eventualidad de un fuerte sismo que llegase a afectar la estabilidad de la presa, exige disponer de un sistema de desembalse para poder proceder con las reparaciones requeridas.   

Otra situación, advertida por el suscrito, que no se menciona en el informe de Pöyry, es el gran deslizamiento presente en la ladera derecha del río San Andrés, el denominado Deslizamiento Playa Negra, muy cerca de su confluencia al río Cauca y al frente del campamento de los ingenieros de EPM. 

Aunque la caída de este deslizamiento sobre el embalse no llegue a afectar directamente la estabilidad de la presa, si crea un serio problema a la operación de la central.  

El suscrito presentó a EPM en el año de 2019 una propuesta técnica conducente a la estabilización de esta amenaza, que no ha recibido respuesta. Algo similar a la amenaza que el deslizamiento de Playa Negra constituye para la operación del embalse de Hidroituango, es el caso del deslizamiento de Guásimo, sobre el cual hemos estado insistiendo por años. 

El informe Pöyry debe ser tomado por EPM como una verdadera hoja de ruta, para proceder a implementar las acciones que permitan minimizar el riesgo a que está expuesta la estabilidad de la presa de Hidroituango. 

P.D. Fuera de los riesgos advertidos por Pöyry en su informe, existen riesgos jurídicos e institucionales que me propongo comentar en un próximo artículo.