@FCFSeleccionCol
Por Jairo León García Uribe
Los colombianos no salimos del asombro, mientras les damos vueltas a decenas de preguntas sobre la aplastante derrota que nos propinó una selección de jóvenes ecuatorianos, que además no presentó 6 titulares ausentes por el Covid-19.
Nuestra selección, engalanada con las titulares estrellas que se llenan de adjetivos en la prensa europea todos los fines de semana, parecía un novato equipito de segunda categoría ahogado en su incapacidad y en un mar indescifrable de errores que ni el mismo técnico y los apagados líderes en el campo han sabido explicar. ¡Un aplastante 6 a 1!
No se pueda aceptar que el técnico Queiroz y los jugadores no sepan responder qué pasó en este caótico partido, que parece la continuidad del otro vergonzoso 3 a 0 que nos propinó Uruguay.
En el fútbol se gana, se empata o se pierde. Pero una cosa es como se pierde. Y la misma cara de Colombia en estos dos partidos deja la lamentable impresión de que los jugadores salieron a perder. Son dos resultados desastrosos, la cara de una misma moneda, que muestran a un seleccionado sin espíritu, sin alma, sin corazón, sin liderazgo, sin garra, entregado desde que saltó a la cancha. Fíjense que los goles iniciales contra nuestra selección en estos dos juegos llegaron en los primeros minutos. El de Uruguay a los 4 minutos y el de Ecuador a los 6. Y las dos primeras llegadas de Colombia al arco contrario se produjeron a los 26 y 25 minutos respectivamente. Dos partidos copiados, calcados.
Ahora, podrán decir que esta eliminatoria es muy larga y que en la pasada teníamos los mismos 4 puntos y clasificamos. Pero jugábamos a algo…
Y el panorama es más desolador si tenemos en cuenta que después del 1 a 1 con Chile todos los jugadores se vinieron abajo. Que uno o dos tengan un bajonazo, es normal. ¿Pero todos? ¿O qué estará pasando en el corazón del camerino, donde se esconden las verdades de cualquier equipo?
Los errores tan infantiles de James , quien parecía un aprendiz de barrio, o la incapacidad de Cuadrado, o las desapariciones de Muriel, el fantasma de Uribe y arriba los rutilantes jugadores que descollan en Italia ni fu ni fa. Después de semejante debacle, no vale la pena entrar en detalles de cada jugador.
Pero mientras no se conozcan las respuestas de tantos interrogantes, el aficionado común tiene razón a seguirse planteando todos los que más surjan, como, por ejemplo, ¿no sería que David Ospina presentía la presencia del huracán “IOTA”, ¿y prefirió inventarse una dolencia física a última hora? Bueno, es que llegar al Nápoles con un bulto de goles no le haría beneficio alguno…
Ahhhh… Pero no todo fue malo el martes: perdieron Uruguay, Chile, Perú y empató Paraguay.
En marzo nos veremos la cara en Barranquilla con el encopetado Brasil, el siempre invicto líder victorioso de Suramérica.
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