25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Grupo EPM y la tercerización de sus proyectos sociales

@orientesetv @EPMEstamosahi @AlvaroGRendon

Por Oscar Castaño Valencia

Hace algunas semanas publique una columna que daba cuenta del malestar de los alcaldes, en diferentes regiones, y sus comunidades.

 Por la tercerización que el Grupo EPM estaba haciendo de los proyectos sociales de compensación a los territorios, tercerización que se hace a través de entidades públicas y privadas, que se quedan con cuantiosos recursos de administración con los cuales los municipios podrían apalancar importantes proyectos de desarrollo para los municipios y sus veredas en la zonas en las cuales EPM desarrolla sus negocios.

Lea también: (https://juanpaz.net/epm-y-la-tercerizacion-de-sus-relaciones-comunitarias/)

La columna llego hasta las más altas esferas del Grupo EPM, varios miembros de la Junta Directiva y el propio Gerente, Álvaro Guillermo Rendón, compartieron la necesidad de devolverle a las municipalidades su capacidad de gestión, a través de los mismos municipios, o de sus asociaciones, para que se dé una relación más directa entre EPM y la institucionalidad local y regional en las zonas de influencia. Relación directa que se perdió en los últimos años, por cuanto los funcionarios responsables de los proyectos sociales de compensación ya no son interlocutores directos de las comunidades en las regiones, sino que los convirtieron en supervisores de las ONGs y entidades ejecutoras.

Pero también, hubo comentarios que no compartieron las afirmaciones de mi columna, los primeros; funcionarios que precisamente se acomodaron a un modelo propuesto hace unos diez años por la Fundación Carvajal y que terminaba con la  presencia institucional directa de EPM para descargarla en ONGs y entidades ajenas a los territorios.

Es por ello que decidí viajar a las zonas donde PNUD, ECOSFERA, la U de A, Prodepaz y MASER, entre otros, ejecutan multimillonarios proyectos con nombres rimbombantes a nombre del Grupo EPM.

Para muestra un botón: en la misma página del PNUD se puede encontrar esta descripción del proyecto que ejecutan en el Norte y Nordeste Antioqueño con un costo de veinte mil millones, de los cuales el Grupo EPM pone todos los recursos: “El proyecto promueve la construcción de Agendas Municipales de Desarrollo Sostenible, y Construcción de Paz, como ejercicio de planeación prospectiva, donde el análisis, la discusión, la concertación y la apropiación entre los actores más representativos de cada localidad permita identificar los factores de cambio, las variables estratégicas y los programas que desaten dinámicas de desarrollo sostenible en cada entidad territorial, fomentando una visión estratégica, regional y de largo plazo.

La formulación de la agenda es una excusa para propiciar una reflexión colectiva sobre el futuro de cada municipio y de las regiones, al tiempo que se apoyan iniciativas de desarrollo productivo, ambiental, social, comunicacional y cultural, priorizadas en procesos colectivos que posibiliten obtener resultados concretos, cualificar el diálogo social y mostrar caminos hacia un desarrollo más sostenibles”.

Hoy puedo afirmar, sin ninguna duda, que la realidad de las comunidades y los municipios en los que se ejecutó este proyecto no ha cambiado un ápice en términos reales.

Para empezar me encontré que las comunidades tienen recordación de esas entidades, no de EPM.

Es decir que el Grupo EPM está invirtiendo decenas de miles de millones de pesos en posicionar ONGs y entidades como PNUD, a costa de la misma legitimidad entre las comunidades del mismo Grupo EPM.

A propósito, el proyecto que más recordación de EPM generaba en los territorios de influencia y que se ejecutaba directamente entre las población estudiantil en los municipios con unos costos mínimos para el enorme impacto que suscitaba fue desmontado hace algunos años, hablo de los paquetes escolares que se entregaban a los niños y jóvenes en las zonas rurales de las zonas de influencia del Grupo EPM.

Lo segundo tiene que ver con que las metas presentadas en los informes que se entregan por parte de los ejecutores, no concuerdan con los resultados de campo de la mayoría de los proyectos. Valdría la pena que una auditoria externa al Grupo EPM evaluara los resultados reales de los más de veinte mil millones que ha ejecutado PNUD en el Norte y Nordeste Antioqueño o las transformaciones reales de los más de diez mil millones de pesos que ha  ejecutado ECOSFERA en la Guajira, donde, por demás, se ha colaborado con la corrupción de los gobernadores indígenas, y sus familias, en contrataciones de transporte, alimentación, vigilancia, etc.

Esta posibilidad de auditoria la veo muy lejana porque sería la confirmación del fracaso de la tercerización que está haciendo esta empresa en los territorios.

Mientras tanto, los alcaldes siguen llegando a la gerencia a solicitar, desesperadamente, que se termine con esa tercerización y se les devuelva a los municipios la interlocución y la legitimidad en sus relaciones y en la ejecución de los proyectos.

Y por supuesto que hay proyectos exitosos y así lo han hecho saber los funcionarios que defienden la tercerización, uno de ellos, y tal vez el único, ejecutado por MASER con el nombre de “Más Campo Más Sostenible”, que efectivamente ha transformado la vida de cientos de familias en el Oriente Antioqueño, lo que olvidaron decir esos funcionarios y que es necesario recordárselo es que ese proyecto nació de los municipios, no de EPM, y que fueron los alcaldes, a los que han querido borrar con la tercerización y sus secretarios los que lo formularon, conjuntamente con MASER, por son ellos y no las ONGs, los que conocen las problemáticas de sus comunidades.

Agradezco a los Honorables Concejales de Medellín que a raíz de mi columna en El Reverbero de Juan Paz, están pensando realizar un Debate de Control Político sobre este tema.

Sin Embargo creo que el Gerente ya escuchó a los alcaldes y sabe que se requieren cambios fundamentales en la forma como se ejecutan esos proyectos de compensación en los territorios para devolverle la legitimidad y la licencia social al Grupo EPM.

Desde todos los lados nos han llamado a “quedarnos es casa” como la única salida que tenemos como defensa de nuestra salud y de nuestra vida.

Ese es el mismo mensaje que hoy los alcaldes, y los líderes sociales, en los territorios le hacen al Grupo EPM con la tercerización de los proyectos sociales que al unísono gritan: “Que la ejecución de los recursos de compensación o de responsabilidad social se queden en casa para que fortalezcan la institucionalidad local y regional, no la burocracia de ONG e instituciones foráneas a los territorios”.