19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El garante de Maduro

Dario Ruiz

Darío Ruiz Gómez 

En lugar de escoger un país democrático como garante de las conversaciones de Paz con las Farc, el gobierno de Santos escogió la dictadura de Cuba condenada por la sociedad internacional por más de 50.000 fusilamientos, por la desaparición de opositores(as), brutales represiones a sus opositores, etc. Ahora nuestro Presidente ha escogido a Maduro e implícitamente a su tiranía como garante de un nuevo proceso de paz con el ELN, sí Maduro condenado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, presidida nada menos que por la izquierdista Bachelet, por el asesinato de más de 60.000 opositores mediante comprobadas torturas, vejámenes extremos, el Cartel de los Soles, etc.  

De Santos a Petro tenemos entonces la comprobada certificación de que para ambos mandatarios la escogencia del Garante de unas “conversaciones de Paz” con una organización criminal no depende tanto de sus virtudes democráticas, defensas de la justicia universal, condena de la tortura, etc., sino de todo lo contrario, tal como vuelve a suceder hoy con Maduro en el cual, repito confluye lo peor, ser Comandante en Jefe del ELN.  

¿Quiénes a nombre de la precaria democracia colombiana se encargarán de enumerar ante el ELN  – que estará moviéndose en su propio territorio – los delitos atroces que ha cometido a través de décadas de terror y masacres que nunca han sido condenadas ya que como en el atentado contra la Escuela de la Policía organizada como un monstruoso divertimento por la Cúpula que permanecía en la Habana, se condenó a los pobres diablos que colocaron la bomba que mató a 22 muchachos(as) pero  no se condenó a sus autores intelectuales? No se condenó el terrorismo, los asesinatos selectivos, operaciones pistola, el reclutamiento de niños, a un señalado criminal de guerra como Pablito que ya debiera estar en la cárcel. 

Como lo estamos viendo al Presidente Petro le gusta recurrir a las bromas haciendo nombramientos de personas sin solvencia profesional y sobre todo moral alguna contando con que no tiene oposición política para ello.  

Por eso y como escritor mi deber es recordarles: hace pocos meses juraron fidelidad a Maduro el ELN y la Nueva Marquetalia creándole a Petro un lío jurídico ya que el ELN con dominio total en más de siete Estados venezolanos ocupados por sus tropas pasó de ser un grupo de alzados en armas a convertirse en integrantes de las Fuerzas Armadas venezolanas. Lío a resolver por parte de los grandes juristas de Petro ante el Derecho internacional.  

¿Se replegarían hacia Colombia esos contingentes de mercenarios encargados de mantener los grandes corredores de salida de las drogas hacia el exterior? Trabajo para la Ministra de Minas: el ELN debe devolver al gobierno y de inmediato la mina de Coltán que tan ingentes ganancias les ha estado generando junto a la explotación de las minas de oro en el llamado Arco Minero venezolano donde sigue sosteniendo sangrientos enfrentamientos con “El tren de Aragua”.  

Con esas ganancias Petro no necesitaría de la controvertida Reforma Tributaria.  

¿Saben que hago este cuestionamiento después de informarme sobre las guerras del Coltán, “mineral sangriento” en la República Democrática del Congo? 

Igualmente debemos recordar que el Presidente  Guaidó es reconocido por 87 gobiernos del mundo entre ellos Inglaterra que se negó a devolverle el oro a Maduro y hoy se negó a invitarlo como es lógico  a los funerales de la reina Isabel II.  

Cuestión de civilización porque esta vez la mirada del mundo libre, la fuerza de la Oposición venezolana, de los demócratas latinoamericanos, de los millones y millones de desplazados estarán fiscalizando esta farsa.  

Recuerden que las llamadas “mesas de conversaciones” son una trampa pues el Estado, la Justicia son colocados en plan de igualdad frente a los delincuentes que en lugar de ser castigados por sus crímenes terminan obteniendo tal como lo seguimos viendo con las FARC, prebendas, absoluciones, ministerios, mientras el narcotráfico continúa orondamente engordando sus ganancias y las víctimas son olvidadas.