27 junio, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El “dream team” de La Constituyente

@petrogustavo

Néstor Osuna Patiño, el prodigio de 62 años vinculado al Partido Liberal, ostenta el título de ministro de Justicia, un puesto que muchos en Colombia consideran tan útil como un paraguas en un huracán.

A lo largo de su carrera, principalmente alimentada por su alma mater, la Universidad Externado, Osuna ha demostrado una fascinante habilidad para no alcanzar la Corte Constitucional, conformándose con ser magistrado del Consejo de la Judicatura y Conjuez, lo que evidentemente le ha dado una perspectiva única sobre cómo no administrar la justicia.

Recientemente, Osuna ha sido el centro de una polémica por su interpretación bastante creativa de las protestas como románticas rebeldías juveniles y no como lo que el Tribunal Superior de Bogotá ha considerado terrorismo puro y duro.

En Cali, sugirió que estaba en “cahoots” con la Fiscalía General para suavizar las directrices contra la “Primera Línea”, lo que ha levantado una tormenta de críticas sobre la confusión entre el gobierno y la fiscalía, y una flagrante violación de la independencia judicial.

Como si dirigir la que muchos consideran la cartera más inútil no fuera suficiente, Osuna ha acumulado una impresionante lista de fracasos: desde una gestión catastrófica del sistema penitenciario (con directores penitenciarios asesinados), pasando por una notable falta de iniciativas para combatir la corrupción en prácticamente todas las agencias del estado que representa, hasta una aparente indiferencia hacia las víctimas de violencia sexual y una inacción palpable en la lucha contra el narcotráfico.

Ciertamente, si la incompetencia fuera una disciplina olímpica, Osuna podría fácilmente representar a Colombia.

Además, en las oscuras y misteriosas esferas de Bogotá, se murmura que Osuna es el estratega detrás de un audaz decreto legislativo para convocar una constituyente, contando con el apoyo de un trío de juristas igualmente célebres por sus propios deslices: Eduardo Montealegre (foto), el ex fiscal general cuya reputación es tan estable como un castillo de naipes; Julio César Ortiz (foto), una sombra en el teatro legal colombiano; y Paula Robledo (foto), la recién nombrada Secretaría Jurídica de La Presidencia, todos compañeros de armas desde sus días en la Universidad Externado.

¿Casualidad? Probablemente no. De este «dream team» de leguleyos, escucharemos más hazañas.

En resumen, Néstor Osuna (foto) sigue sorprendiendo a todos con su dedicación inquebrantable a… algo que aún estamos intentando descifrar.

Pero mientras tanto, sigue siendo un faro de cómo la política puede a menudo eclipsar los principios de justicia, especialmente bajo su ‘vigilancia’.

Pie de foto: el ministro de Justicia Néstor Osuna, el exfiscal Eduardo Montealegre, Julio César Ortiz y Paula Robledo, jurídica de Palacio, los cerebros de la Constituyente.