24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El día que la luna dejó de alumbrar en Medellín

Carlos Mario Restrepo

Por Carlos Mario Restrepo Tamayo 

Hace 125 años, 15 meses antes de que se decretara la guerra de los 1.000 días que destrozó nuestra naciente república, los habitantes de la incipiente Villa de la Candelaria se arremolinaron en el Parque Bolívar para presenciar y celebrar con alegría un hito histórico como fue el encendido de nuestro alumbrado eléctrico.

Durante todo el siglo XIX las calles de la ciudad permanecían a oscuras, sólo la luna llena en las noches de verano les permitía a los parroquianos hacer visitas y disfrutar de las noches de primavera.

Esa fecha histórica del 15 de julio de 1.898 resultó paradigmática, allí se le escuchó a Nemesio Mejía Montoya, célebre personaje popular de la época, más conocido como «Marañas» la famosa frase con acierto vidente: «luna te jodites, de hoy en adelante tenés que irte a alumbrar a los pueblos». Esto sucedía hace 125 años en la naciente capital industrial de Colombia…

Hoy, por el contrario, con todo el dolor de patria y en forma increíble, desde el municipio de Jericó conocido como el Atenas del Suroeste, cuna de importantes personajes de la industria y la política colombiana, sin presentar soluciones intermedias o alternas se entierra de plano el proyecto de Quebradona en un acto presidido por el presidente Petro, el gobierno del cambio.

No podemos perder el norte apoyando directa o indirectamente esta clase de decisiones gubernamentales por simples y tristes intereses egoístas e individualistas que en nada contribuirán al bienestar general de nuestras nuevas generaciones.

No existe mejor antídoto para evitar la penetración del socialismo del siglo XXI en nuestro país que el fomento del desarrollo, la creación de centros de producción que respondan a las demandas de empleo, salud y educación.

Las recientes manifestaciones a nivel internacional de este gobierno en Davos, Suiza, y ahora a nivel local desde Jericó nos están condenando al atraso y generando las mejores condiciones sociales para que se perpetúe el socialismo en Colombia.

Desde la tumba se deben estar revolcando ilustres y gratamente recordados empresarios regionales como don Alejandro Echavarría, Coltejer; José María Villa, destacado ingeniero constructor de Puente de Occidente; los hermanos Pedro Nel y Tulio Ospina, Escuela de Minas, promotores del Túnel de La Quiebra; Don José Gutiérrez Gómez, empresa minera del sur- la Andi – Banco Industrial Colombiano, y Diego Calle Restrepo, EPM, entre otros.

Diego Calle Restrepo (EPM) y contra muchos pronósticos, fue el gran gestor de la hidroeléctrica del embalse de El Peñol – Guatapé, una de las obras más importantes desarrolladas en el país hasta esa época y hasta nuestros días, la cual contribuyó a solucionar el déficit energético y transformó la región del Oriente Antioqueño que tenía un atraso de más de 200 años en toda clase de servicios y de presencia del estado en materia de salud y educación.