24 abril, 2024

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El Contraplano: Don Ramón Ospina en el palco celestial

Por Orlando Cadavid Correa (foto) (ocadavidcorrea@gmail.com)

Este lunes, 15 de octubre, se cumplen siete años del viaje sin regreso del irrepetible narrador taurino Ramón Ospina hacia la dimensión desconocida.

Sus cenizas reposan en la cripta de la Catedral de Manizales, entorno en el que también descansan en paz sus dos grandes amigos, el torero Pepe Cáceres y el ganadero Ernesto Gutiérrez.

Uno de estos tres nombres le hubiera venido de perlas a la Monumental Plaza de Toros del barrio La Castellana, a la que en 67 años se le ha negado el derecho a llevar una denominación, así como la tienen sus hermanas “La Santamaria”, de Bogotá; ”La Macarena”, de Medellín, y “Cañaveralejo”, de Cali. O lejos del suelo patrio, “Las Ventas”, de Madrid, o “La Maestranza” de Sevilla, en España.

Don Ramón fue hasta su voluntario retiro de la radio el amo y señor de la sintonía en su muy amado circo de toros de la Avenida del Centenario. En cada transmisión tendía la manta.

Doña Wikipedia cuenta que la actual vino a ser la décima cuarta plaza de toros que tuvo Manizales a lo largo de su historia: “A través de 62 ferias ha llevado el nombre taurino de la ciudad por el mundo de los toros, y que año tras año confirma su título de “la ciudad que hizo las ferias en América”, frase que acuñó el maestro Ospina en sus apoteósicas transmisiones toreras. Por algo incursionó en su juventud en el campo publicitario. (Lea la columna).