20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El comportamiento del desempleo por el COVID-19

Por Javier Hoyos 

La tasa de desempleo para el total país pasó del 9.4% en junio del 2019 al 19.8%, en junio del 2020. Mejoró frente a la registrada en mayo (21.4%), pero hay que recordar la estacionalidad de las variables del mercado de trabajo, y por ello siempre suele compararse iguales meses de diferentes años. 

•  Por ello, una forma de aislar esos movimientos cíclicos consiste en mirar los ocupados como porcentaje de la población en edad de trabajar. Por ser esta última una población creciente, si el indicador crece denota mejoría. Dicho indicador se llama tasa de ocupación (TO) y se ubicó en abril en 41.6%, en mayo 43.6%, y en junio 46.1%, con lo cual la situación del empleo ha mejorado desde abril. En términos absolutos, el número de ocupados en el país es como sigue: 16.2 millones de personas en abril; 17.2 millones de personas en mayo; 18.3 millones de personas en junio. 

• La población ocupada total del país disminuyó en 4.273.000, de los cuales 2.176.000 ingresaron a las filas de desempleados y 2.098.000 se retiraron del mercado laboral, lo cual evita que la tasa de desempleo sea más alta alrededor del 27%. El número de desempleados para el total país alcanzó los 4.533.000. 

• La pérdida de puestos de trabajo impactó en mayor medida el empleo de las mujeres, a las personas de menor nivel educativo, a aquellos que se encuentran entre los 25 y los 54 años, a las pequeñas empresas, por posición ocupacional a los empleados particulares y a los trabajadores por cuenta propia. Por sectores económicos, a las actividades de entretenimiento y recreación, al comercio, a la administración pública y a la industria. Bogotá perdió 1.000.000 de empleos; Medellín, 274.000; Cali, 253.000; y Barranquilla, 193.000. 

• En su última asamblea, la OIT resaltó que 436 millones de empresas en el mundo corren el riesgo de quedar con algún grado de desestabilización. 

• Los recientes datos de crecimiento económico están registrando un impacto mayor al previsto (por lo que muy seguramente los organismos internacionales ajustarán aún más a la baja el crecimiento económico esperado para el 2020), con lo cual el efecto sobre el empleo también será muy grande, y tomará tiempo volver a los valores conocidos antes de la declaración de la pandemia. Igual situación ocurre en Colombia por la prolongación de las restricciones a la movilidad y por su impacto en la economía, como lo demuestran los indicadores del segundo trimestre. No cabe duda de que la prioridad en la agenda del Gobierno debe ser el empleo por su incidencia en la desigualdad y en la pobreza. (Vea el análisis).