25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El Capitaliamo Autoritario de Xi Jinping

Rafael Bravo
https://rafaelibravo.blogspot.com/

Por Rafael Bravo

‘’A drone flying up to the people yelling from their apartment windows and saying: “Please comply with Covid restrictions. Control your soul’s desire for freedom. Do not open the window or sing.” 

‘’Un drone volando en medio de gritos advirtiéndole a los ocupantes de rascacielos,’’ por favor cumplan con las restricciones. Controlen sus íntimos deseos de libertad. No abran las ventanas o canten’’. 

Niall Ferguson en una columna de opinión de Bloomberg. 

El gobierno chino busca legitimarse con su política Cero COVID a un costo enorme. El confinamiento en Shanghái, una metrópoli de 26 millones de habitantes terminó siendo una pesadilla y la demostración según la cual los regímenes autoritarios pretenden ejercer la autoridad bajo la represión y el control de la ciudadanía. La ansiedad y rabia luego de casi 4 semanas de encierro plantean un interesante reto al gobierno chino y su aparato propagandístico, el Partido Comunista Chino-PCC, en su intento por suprimir la protesta del público. 

Desde el inicio de la pandemia, el gobierno de Xi Jinping le ha hecho saber al mundo su superioridad en la respuesta al manejo del COVID. Mientras el resto del planeta fue incapaz de controlar el virus y el número de muertos se aproxima a los 2 millones, en China prácticamente no hubo nuevos casos hasta marzo y el total de víctimas no supera los 5 mil. 

No debemos olvidar que la tragedia se originó en Wuhan bajo circunstancias aún por determinar. Las hipótesis de una fuga en un laboratorio no se confirman como tampoco se descartan. No obstante, el régimen de Xi no ha permitido una investigación a fondo sobre su causa. Sin lugar a duda la demora y negativa del PCC de que el virus era transmisible entre humanos se pudo haber evitado bajo un sistema de gobierno más transparente. 

Lograr que la pandemia no se saliera de madre dependía del efectivo control de la población a través de políticas de vigilancia gubernamental. Como es de conocimiento público, los confinamientos en China funcionaron gracias a la intervención social, la prohibición estricta de salir a la calle, contrario a lo que vivió Occidente donde no existen mecanismos de intrusión estatal. Hasta que apareció la variante Omicron extendiéndose en Shanghái de manera peligrosa lo que pone en aprietos la credibilidad y efectividad del gobierno Xi. 

Las imágenes que han recorrido el mundo mostrando el poder absoluto de las autoridades quedarán en la memoria. Una muchedumbre abriéndose paso por un cordón de seguridad para conseguir comida. Enfrentamientos entre residentes desesperados y autoridades de policía. Como nunca las calles de Shanghái desiertas. Autopistas de ingreso a la ciudad cerradas. Perros y gatos sacrificados. Fue necesario enviar soldados para evitar que la gente violara la cuarentena. 

El impacto económico comienza a sentirse. El gigante asiático es una sofisticada máquina que requiere numerosos eslabones para su funcionamiento. Detrás de sus mil cuatrocientos millones de consumidores hay ciento cincuenta millones de negocios que proporcionan empleo, comida y lo necesario para que el aparato productivo siga su marcha. Las medidas extremas son un fardo pesado a la economía. El consumo en marzo cayó 3.5 por ciento. 

Y lo que se viene para el resto del planeta no es menos halagüeño teniendo en cuenta que Shanghái es el puerto que da salida a las indispensables cadenas de suministro. Otro golpe que incidirá en la inflación. Las ciudades y provincias bajo confinamiento parcial o total representan el 23 por ciento del producto. Según VesselsValue Ltd., la firma que evalúa el costo del transporte marítimo y aéreo, el número de embarcaciones a la espera de ser cargados o descargados en el puerto de esa ciudad aumentó un 500 por ciento. 

¿El ‘’capitalismo autoritario’’ podría terminar en una economía planificada que dejó a millones en la pobreza? Probablemente no, pero queda la inquietud. El balance alcanzado en Occidente entre una apertura gradual y el confinamiento no es posible en China. Xi no da su brazo a torcer. ‘’ La perseverancia es victoria’’. Los medios de comunicación y los burócratas leales al régimen deben seguir las instrucciones a rajatabla. El PCC aboga por un ‘’ mercado doméstico unificado’’ lo que implica un mayor control estatal de la economía.