29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

El cannabis medicinal y sus beneficios demostrados 

Claudia Posada

Por Claudia Posada (foto)  

“Dolor crónico de algunas enfermedades, náuseas y vómito, algunos tipos de epilepsias, párkinson y enfermedades mentales como esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático, adicciones y trastornos de ansiedad, entre otros, son los escenarios en los que se ha demostrado científicamente que el uso terapéutico del cannabis tiene buenos resultados”.  

Gracias a información que recibimos de la unidad de comunicaciones de la Universidad Nacional de Colombia, pudimos esclarecer aspectos relevantes del uso terapéutico de la marihuana (Cannabis). Esta planta, según los científicos, debe usarse bajo asistencia médica, pues aunque se ha demostrado su eficacia en cierto tipo de enfermedades, tampoco es para aplicación en todo cuanto se nos ocurra.  

El doctor William Quevedo Buitrago, médico cirujano, magíster en Toxicología, especialista en adicciones y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), aclaró que, aunque en la evidencia médica y la literatura se ha encontrado sobre la efectividad en algunas de estas patologías, también afirmó que el cannabis no se usa para todo, como suele creerse. “Se han realizado estudios en células y estudios animales, y en pacientes que han evidenciado su efectividad, sobre todo en dolores crónicos, donde los cannabinoides comienzan a hacer efecto 8 horas después, por lo que no funcionan con dolores agudos, como los que aparecen tras una cirugía o un golpe”. Según el especialista, en algunos dolores complejos como los neuropáticos (daños en los nervios), reumáticos y osteomusculares, en la artritis reumatoidea, el cáncer y en la esclerosis múltiple, su uso terapéutico ha resultado efectivo.  

Los cannabinoides también han mostrado eficacia para el manejo de las náuseas y el vómito  

en tratamientos con quimioterapia, donde resultan ser cuatro veces más efectivos que el  

placebo. El doctor Quevedo señaló que en Estados Unidos se ha aprobado para el tratamiento  

de enfermedades mentales, estrés postraumático, agitación por alzheimer y síndrome de  

Tourette (movimientos repetitivos o sonidos no deseados –tics– que no se pueden controlar).  

El especialista también aclaró que aunque se han dado avances para pacientes con cáncer,  

estás pruebas han sido in vitro, es decir, en especies celulares que al agregarles  

cannabinoides se destruyen. Sin embargo, dijo, aún falta tiempo para que estas pruebas se  

puedan aplicar en pacientes.  

Según el experto, aunque se habla de varias formas de administración, la vía oral, que se da  

por la absorción de los cannabinoides por la mucosa, sería la única vía de administración  

aceptada en el país. Se usa en preparaciones oleosas, ya que todos los cannabinoides son  

grasos y se administra directamente en la boca, donde el inicio del efecto puede demorar entre  

6 y 8 horas. Una de las ventajas de esta vía de administración es que para los especialistas  

resulta más fácil controlar la dosis de los pacientes, aspecto fundamental en este tipo de  

medicación.  

La información de la UNAL, da cuenta de cómo una publicación del Invima de 2017 mostró que  

en ese año se habían decomisado 3.600 productos ilegales a base de cannabis; también  

evidenció problemas en la venta de algunos de ellos que “prometen beneficios” para algunas  

patologías y terminan siendo fraudulentos, o que no tienen registros de calidad ni sanitarios, válidos. Según el experto, el problema más grande es en los productos en forma de pomadas que se venden a base de coca o marihuana, ya que si no tienen controles de calidad ni registro, estos componentes pueden venir contaminados. “Algunos contienen vaselina farmacéutica o industrial, que traen muchas impurezas y pueden entrar en la piel de la persona”, advierte; y agregó que “estos productos pueden presentar varios escenarios: uno, cuando se fabrican con mala calidad pero no tienen productos dañinos para la salud, lo que los hace menos peligroso; otro sería que aunque tenga un efecto terapéutico este no sería constante en el tiempo, ya que el producto tiende a cambiar, y el escenario más peligroso es cuando tienen componentes con alto riesgo para la salud humana”. Podríamos concluir entonces que, como en todo lo relacionado con la Salud, lo ideal es nada de automedicación; buscar siempre en los profesionales reconocidos, la formulación que a su criterio es la más conveniente para nuestro caso en particular, desconfiar de publicidad que no esté debidamente respaldada, y en todo caso, verificar con fuentes idóneas.