Con profunda tristeza, sus familiares y numerosos amigos le dieron el último adiós al gran César, colega inmenso, periodista íntegro y mejor amigo, quien nos dejó en forma abrupta.
Encabezados sus familiares por la monjita Amparo y su hermana Angela, se dieron cita en la iglesia San Joaquín, a donde llegaron periodistas, dirigentes y políticos de todos los colores, y respetados personajes como el exmagistrado Guillermo Mejía y su querida esposa Alejandra.
Todos a una expresaron su tristeza por despedir a César Pérez Berrío, quien nos deja un legado de lealtad, fe, amor, sentido profesional en su trabajo, y ese espíritu alegre para ejercer su profesión con solidez profesional.
El coro de la Iglesia de San Joaquín, donde él asistía con frecuencia a la Santa Misa también le rindió su homenaje. Y las palabras de gratitud y despedida de su hermana Amparo fueron escritas con sabiduría: «no morimos, nos transformamos, no es el tiempo el que pasa…somos nosotros los que pasamos por el tiempo, Cesar solo cambió de morada». Fueron minutos de mucha tristeza, aunque de una profunda fe y amor.
También muchos de sus amigos a quienes la noticia los cogió por fuera de la ciudad, entre otros Nacho Mejía de Panoramapolítico.co, Jairo León García de El Reverbero de Juan Paz, el exsenador Gabriel Zapata y el médico Francisco Eladio Gómez, expresaron su tristeza. Todos reportaron numerosas llamadas de contertulios y allegados del gran César, golpeados por el triste acontecimiento.
El gran César nos dejó su legado.
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