19 abril, 2024

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El adiós a un gigante del baloncesto: Juan Guillermo Molina

Por Carlos Mario Gómez Correa 

Quiero referirme a un hombre memorable que ha sido un referente para quienes practicamos y somos apasionados del maravilloso deporte del Baloncesto en Antioquia, cuya partida ha dejado un gran dolor y vacío de todos aquellos que lo conocimos y con quien compartimos, pero también nos deja un legado de energía, liderazgo, disposición para ayudar y consolar a quien lo necesitara, aún a pesar de sus propias limitaciones físicas como consecuencia de un accidente cardiovascular padecido. 

El último día del mes de enero del presente año, falleció en Medellín Juan Guillermo Molina Ortiz, economista y gran basquetbolista, apodado cariñosamente por sus compañeros de equipo “Pinocho” por su gran nariz.  

Juan Guillermo hizo parte de ese seleccionado Antioqueño de los años 70, que fuera campeón del Nacional de mayores en Medellín y de dos interligas durante los años 72 y 73, equipo conformado por las legendarias figuras:  Jaime Uribe López de Mesa, Octavio Betancourt, Roberto Grisales, Adolfo Gómez, Diego Betancourt, Iván Rodrigo Penagos, Luis Daniel Peralta, Horacio Peláez, Francisco Arbeláez y Álvaro Darío Álvarez por citar algunos nombres de aquel seleccionado que se impuso ante Bogotá, de Jairo el  Guajiro Romero, Oswaldo Cabas y Harold Martínes, el San Andrés Islas del Pilo Ávila, Linder Manuel, Alberto Duglas, Arturo Watson, y el Valle de Alberto Hadad, Diego Riso y Henry el “Patas” García. 

Nuestro “Pinocho” era gran referente de ese baloncesto rápido, de mucha garra que se imponía ante la altura y las grandes figuras de los otros equipos. 

Juan Guillermo junto a sus compañeros antes mencionados, conformaron ese gran baloncesto antioqueño que nos hacía sentir orgullosos y que llenaba de fanáticos el antiguo coliseo Iván de Bedout. 

Juancho, como también le decían, llevó a varios compañeros suyos a la Universidad de Medellín, entre los que figuran los Hermanos Adolfo y John Jairo Gómez, Fernando Pomés, su entrañable amigo Sergio Betancur, Saúl el “Trapo” Aguirre, Alberto Moreno, entre otros, gran equipo que por cosas de la vida perdió sus dos finales Nacionales Universitarias contra la Gran Colombia del Guajiro Romero y Oswaldo Cabas, ambas por un punto en el último momento. 

Juan Guillermo, además de ser un gran deportista, se caracterizó por ser un ser humano de un excelente estado de ánimo y gran liderazgo, lo que le valió, no solo la admiración de sus compañeros de generación, de la fanaticada, sino también del inmolado gobernador de Antioquia Antonio Roldán Betancur, quién lo llevaría a desempeñar importantes cargos públicos. 

Una mañana de diciembre, mientras la gente se desenguayababa, Juan Guillermo salió a trotar y sufrió un accidente cerebrovascular, el cual le cambió su vida, hecho que nos hace recordar lo frágil que es la vida y cómo nos puede cambiar la existencia de un momento a otro. 

Queremos con estas líneas exaltar el gran deportista, a la extraordinaria persona, símbolo de la Liga de Baloncesto de Antioquia, donde se gestaron dirigentes y deportistas de los cuales tres han sido Gobernadores del Departamento, presidentes de la Asamblea de Antioquia y del Concejo de Medellín, Gerentes de Indeportes. 

Del baloncesto salieron también los creadores y el primer Gerente del Inder Medellín, Liga que fuera una de las más representativas del deporte asociado en Antioquia. 

Juancho, allá en cielo te encontrarás con tus entrenadores Jairo Jiménez, Edison Cristopher y con tus compañeros de equipo, Roberto Grisales, la “Guimba” Castaño, José Luis “El Negro” Betancurt y la recientemente fallecida María Elena la “Negra” Restrepo, quien te dará ánimo y la bienvenida con algunos chistes para que te sientas cómodo. 

Te recordaremos apreciado Juancho, y como diría Gabriel García Márquez, “la muerte no llega con la vejez, si no con el olvido”.  

Nos duele tu partida, gracias por enseñarnos que en la práctica del Baloncesto hay que darlo todo, gracias por influenciarnos con tu liderazgo y te recordaremos, además, por la rectitud de tus acciones. Descansa en paz.