20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Educación Superior Pública Bien Financiada y de Calidad Piden los Jóvenes

Por Enrique E. Batista J, Ph. D. (foto)

Marcharon los estudiantes, marcharon los profesores y también los directivos universitarios, acompañados todos en sus reclamos por la ciudadanía en general. Marchó la gran comunidad de jóvenes, hombres, mujeres, y adultos de todas las clases reclamando pronta y adecuada financiación de la educación superior sumida en el atraso por las condiciones del abultado déficit presupuestal que impide una formación profesional de alto nivel.

A pesar de ingentes y continuos reclamos de las comunidades universitarias, las autoridades estatales no han podido o querido modificar, para bien, un “simple articulito” de la ley 30 de 1992, el 86, que señala que “las universidades estatales u oficiales recibirán anualmente aportes que signifiquen siempre un incremento en pesos constantes” cuya redacción incorpora un “peligroso sofisma” como bien lo mostrado el profesor Carlos Lopera, director del “Observatorio de la Universidad Colombiana”. (https://goo.gl/tSPq5k). Hoy condiciones y exigencias que se les hace a las universidades son muy distintas a aquellas de 1992, de hace un cuarto de siglo, cuando se expidió, como desarrollo de la Constitución del 91, la mencionada ley.

Más bien, bajo un supuesto darwinista de la pedagogía, para beneficiar a los “más aptos”, con base en una prueba de muy bajo valor científico y psicométrico, se formuló y puso en marcha el programa “Ser Pilo Paga” que con cerca de $4 billones beneficiaron a 40.000 alumnos, cuantía que favoreció a las universidades privadas, con la cual se pudo cubrir a 500.000 nuevos estudiantes en las instituciones universitarias públicas y mejorar recursos de enseñanza y de aprendizaje en ellas. Se invirtieron en esos pocos alumnos cuatro veces más dinero que los transferidos a las universidades públicas. (Lea la columna).