Cartagena de Indias… mucho que decir, lo que si no creo que vuelva ¡nunca más!
Mientras Tayrona ha sido la mejor parte de este viaje y uno de mis mejores trips en la vida, a cual volvería si o si… en Cartagena lo pasamos rabia de día y todos los días, bien de noche… Cartagena no nos trató bien y me voy de aquí con recuerdos más pésimos que buenos…
Si en Cuba tienen moneda local y moneda para los extranjeros, en Cartagena de Indias tienen precios para los locales y precios para los extranjeros, precios para los peinados y precios para los chascones, precios para quienes bajan de un auto y otros precios para quien viene caminando, el color de piel, el vestido, si tienes joyas también influyen y no hablo de vendedores ambulantes porque no compro a los ambulantes, pero de locales como tabaquerías, minimarket, puerto, servicios etc.
Si en Bogotá no nos sentimos seguros, pero no nos pasó absolutamente nada, en Cartagena no pararon los intentos de estafa en cada negocio, cada local y cada intercambio. Esto sin mencionar que tuvimos una encerrona de 7-8 motos de la cual salimos bien, por suerte y ¡porque sé manejar, creo!
Cartagena son dos barrios lindos; el centro histórico y Bocagrande y aún no est´sn tan limpios ni con la mejor infraestructura. Crespo un poco… lo que representa en total unos 10% de toda la ciudad o hasta menos, ¿lo demás? Entre campamentos, favelas, chabolas y barracas… la otra realidad menos hablada pero visible ignorada y representa la gran gran mayoría. ¡El contraste es heavy y muy impactante! (Check the last pics of the thread).
Yo no soy de quedarme mucho en los barrios turísticos salvo para salir a carretear de noche, por eso mismo en general arriendo autos para pasear, descubrir y ver más allá de lo que se ofrece a los turistas.
La encerrona…
Yo y mi mejor amiga @cham.chem, no somos de tomar tours ni pagar paquetes, somos más de ir solos sea donde sea mientras es accesible. Nos fuimos a la isla Barú en auto que estaba en el sur poniente de la ciudad (pasando por el 90% de Cartagena de la cual hablé más arriba) y a unos 10 km de llegar a la playa blanca, nos salieron 7-8 motos de la nada encerrándonos de los 4 lados y pidiéndonos seguirlos, dos adelante, dos atrás y los demás a los lados del auto. El estrés y la alteración en tales situaciones ni sirve ni ayuda. Con calma fingí que los estaba siguiendo y a la primera curva tomo el riesgo y los adelanto acelerando con todo, solo dos de las motos lograron alcanzarme y adelantarme otra vez.
Mientras tanto mi amiga estaba viendo en el mapa que había cerca o al lado… había un condominio en una vuelta a la derecha en unos kilómetros. seguimos con las dos motos al lado y llegando al nivel del condominio tomo bruscamente la derecha y llego al condominio donde había guardias armados que salieron de hecho. Una de las motos nos siguió hasta ahí. ¡Aah! En cada moto había dos personas. Uno de los weones baja de la moto y se acerca – estábamos a la entrada del condominio- y ahí arranco y salimos de ahí. Llegamos sanitos enteritos de vuelta al hotel. Ha sido un momento bien pesado. Pero para mí, la verdad no era el peor.
Los precios selectivos.
La cajetilla de cigarrillos de 10 costaba desde 5000 hasta 8000 pesos colombianos en los minimarkets y los locales comerciales. Al entrar al supermercado la encontré a 4500.
La botella de agua costaba desde 1500 hasta 3500, en el supermercado la encontramos a 1000. El plátano costaba hasta 15 mil, lo compramos a 3000 en el supermercado. Los precios de los adaptadores iban de 20 hasta 50 mil, lo encontré a 10. Los ejemplos son tantos, de todo lo que uno puede comprar pagar o contratar.
Cada compra, cada negocio cada intercambio, era con un intento de estafa de manera o de otra. No es necesario comentar lo que nos pasó en la isla Bomba, terminó con gritos y casi nos agarramos a combo, mi amiga me decía que nos iban a comer vivos y yo le decía si nos mostramos sumisos y débiles ahí que nos comerían. Era una estafa que no hemos aceptado. También. Slimos bien sanos salvos y enteros.
El cambio del euro y el dólar en las casas de cambio era también preferentes, nos quisieron cambiar el dólar a 300 pesos menos de los dos que pasaron al frente de nosotros, pero estábamos bien atentos y hemos visto y escuchado el valor de cambio que les ofrecieron. Y claro, ninguna casa de cambio en Cartagena tenía los precios de cambio puestos.
Nos quejamos en Chile de los precios de los peajes, por autopistas perfectas bien mantenidas luminosas y anchas. De Viña a Santiago son 120 km se pagan unos 4000 clp en la semana y 6600 los fines de Semana. De Santa Marta a Barranquilla eran 79 km, una vía, oscura sin luces, hoyos, socavones y deformaciones, pagamos el equivalente de 5200 pesos chilenos y eso que el poder adquisitivo de los Colombianos es 4-5 veces más bajo que los Chilenos. ¡Ah!, en los peajes nos intentaron de estafar también en el precio y el vuelto (siempre faltaba) pero gracias a Waze que mostraba el precio oficial de cada peaje no lo lograron.
Lo pasamos rabia todo el día todos los días. La noche era distinto en el centro histórico entre shows, salsa, caminatas, los rooftops y los carretes. Era otro Cartagena más entretenido, más encantador.
¿Pero yo? No vuelvo. Es sobre valorado, puras estafas, y te sientes presa que todo el mundo quiere devorar o sacar lo más que puedan. (Opinión).
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