
● Los mercados siguen bajando a pesar de los 90 días de pausa
● El bajón del dólar presiona a los bancos centrales
● Aranceles del 145% a China ponen en peligro la defensa nacional y el suministro de medicinas en USA
● El oro parece la única inversión que garantiza la seguridad financiera para sus dueños.
● China: “Es una medida contra todo el mundo”
Por Elizabeth Mora-Mass
Nueva York. Es una de las etapas más dramáticas de la historia económica moderna. El vaivén en los mercados bursátiles continúa a pesar de las propuestas de Donald Trump anunciando una pausa de 90 días para estabilizar la situación financiera mundial.
Sin embargo, inexplicablemente, el precio del dólar se vino abajo durante la Semana Santa, causando grandes problemas económicos en el resto del mundo, de acuerdo con los canales políticos y económicos de Estados Unidos, mientras el oro sube, debido a que es la única moneda que da garantías.
“Para los vendedores extranjeros de todas las tendencias, de los carros al whisky, el bajón del dólar es un dolor de cabeza porque les está causando pérdidas”, comentó uno de los analistas del periódico The Wall Street Journal, en la cadena Fox.
De acuerdo con el experto, “la semana pasada, la moneda estadounidense perdió valor frente al euro, yen japonés y el franco suizo y ha bajado por lo menos un 8% este año”. Pero el mayor bajón del dólar se dio el miércoles santo, cuando Jerome Powell, el director de la Reserva Federal, anunció en Chicago que, “los aranceles van a generar por lo menos un alza temporal en la inflación”. A su vez, esta situación está afectando mucho el mercado mundial de bienes y servicios. “El vaivén del dólar nos afecta”, reconoció el director mundial de análisis del Banco MUFG de Japón, por la cadena Fox.
“El declive del dólar nos está cogiendo de sorpresa”, afirmó un exportador de vinos de Francia, en la misma cadena. Todo esto pasa a pesar de que el presidente Donald Trump dijo hace dos semanas, que ha autorizado una pausa de 90 días en los aranceles más altos para la mayoría de los países que anunció la semana pasada, al tiempo que mantiene un arancel de referencia del 10% en todos los ámbitos, lo que trajo alivio a los mercados bursátiles del planeta, los cuales subieron al principio, pero siguen bajando debido a los efectos negativos que las tarifas a China han causado en la defensa nacional de Estados Unidos y en el suministro de medicinas.
El mercado bursátil estadounidense cayó a sus mínimos en las sesiones en las operaciones de Semana Santa y siguen a la baja hoy lunes. El S & P 500 ha bajado más de un 4% y el Nasdaq Composite ha bajado más de un 5%. El Promedio Industrial Dow Jones ha perdido alrededor de 1.640 puntos, o un 4% debido a la subida de los aranceles a China por un 145%. “Los aranceles de China son ahora del 145%”, anunció Trump lo que ha traído de nuevo la incertidumbre en los mercados, no obstante, la euforia que la noticia de la suspensión de los aranceles produjo hace dos semanas.
La defensa nacional de USA y las medicinas seriamente afectadas En este momento, la mayor incertidumbre es porque tanto la defensa estadounidense como las medicinas están siendo seriamente afectadas por la negativa de China a vender” minerales raros” -indispensables para producir aviones, tanques, portaaviones, radares y demás material bélico.
Además, están las medicinas, las cuales no se sabe cómo van a ser afectadas, aunque si no hay negociaciones a corto plazo, el Tío Sam se quedaría sin medicinas, incluyendo productos del corazón, presión alta, diabetes y enfermedades como el resfriado común y los riñones, según informan los canales económicos. “Es un arma contra el mundo”: China. Además, porque nadie sabe lo que va a pasar con China.
“Estados Unidos está esgrimiendo los aranceles como un arma para ejercer la máxima presión y buscar ganancias egoístas”, afirmó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, en conferencia de prensa después de que la Casa Blanca aumentara los aranceles a las importaciones chinas al 125%.
“Esta es una medida contra todo el mundo”, afirmó la cadena ABC, citando y mostrando al portavoz chino. Las consecuencias continúan después de que el presidente Donald Trump revelara severos aranceles contra prácticamente todos los socios comerciales de Estados Unidos.
De acuerdo con las principales cadenas de televisión, ayer jueves fue el peor día para los mercados bursátiles estadounidenses y del mundo desde junio de 2020. China contraatacó, anunciando un arancel del 34% sobre los productos estadounidenses y prohibió la exportación de “materiales raros” y medicinas, mientras otros líderes extranjeros sopesan su respuesta.
El gravamen universal del 10% de Trump contra todos los países entró en vigor hace dos semanas, pero todavía no se aplica con todo rigor, según afirman los canales económicos de USA.
Los países asiáticos parece que serán los más afectados, los europeos están un poco mejor, pero todo el orbe está afectado, según aseveran los analistas económicos en todas las cadenas de televisión. América Latina encara un duro golpe por el precio del dólar.
El oro parece la única inversión que garantiza la seguridad financiera para sus dueños. Recesión e inflación al acecho “La inflación podría estar ya aquí para quedarse”, predijo Jerome Power, director de la Reserva Federal, quien alertó sobre la posible subida de la inflación debido a la imposición de tarifas de Trump. Además, aseguró que los precios de los productos podrían ser persistentes (en el aumento).
“Mirando hacia el futuro, las alzas en las tarifas estarían contra nuestra economía, por el impacto de las tarifas en la inflación y la recesión, ya que son mucho más significativas de lo esperado”, afirmó Power.
Todos los analistas coinciden en manifestar que el alza de productos se dará en todos los estados de la Tierra y que la recesión mundial está al acecho y ese es el motivo de la baja en los mercados bursátiles del mundo.
Mientras a voz en coro los principales analistas financieros del planeta hablan del peligro de la recesión y de la inflación, por la baja en todos los mercados globales, Trump, imperturbable, alega que eso no va a pasar, aunque si acepta el inicio de la guerra comercial con China.
Según informó la AP, “China se está acercando a otras naciones a medida que Estados Unidos impone más aranceles en lo que parece ser un intento de formar un frente unido para obligar a Washington a retirarse”.
Según los analistas de los canales económicos de EU, días después de iniciado el esfuerzo, China solo está teniendo un éxito parcial y “muchos países no están dispuestos a aliarse con el objetivo principal de la guerra comercial de Trump”, aducen los expertos a voz en coro.
Ante el desplome de los mercados globales Trump retiró el miércoles sus aranceles a la mayoría de las naciones durante 90 días, diciendo que los países se estaban alineando para negociar condiciones más favorables
El miércoles 9 de abril, secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo a los periodistas: «Se necesitó un gran coraje, mucho coraje para que él mantuviera el rumbo hasta este momento», reiterando lo que mencionó hace una semana, «no tomen represalias y serán recompensados».
La pausa no se aplicaría a China, sobre la que Trump dijo que estaba aumentando el arancel estadounidense porque, a diferencia de otros países, dijo Bessent, no estaba dispuesto a llegar a un acuerdo.
El secretario de Comercio de USA, Bessent dijo en la cadena Fox que, “infortunadamente en la actualidad China no quiere negociar”, refiriéndose al hecho de que a pesar del anuncio de la Casa Blanca del aumento de tarifas a China del 104%, China no ha llamado a Washington en forma oficial para dialogar acerca de las tarifas. Por su parte, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, dijo que los aranceles comenzarán a cobrarse a partir del 15 de abril, según informaron.
El paquete de respuesta se dio a conocer el mes pasado y se centró en una serie de productos. Los 27 países de la UE habían advertido que actuarían para proteger a las empresas y los consumidores europeos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera aranceles del 25% al acero y al aluminio.
La última oleada de aranceles del presidente Donald Trump ha entrado en vigor y las importaciones de China se han visto afectadas por una tasa del 104% en medio de un enfrentamiento cada vez mayor de las dos economías que controlan el mundo.
China respondió aumentando los aranceles de los productos estadounidenses al 84%. La última decisión de la Casa Blanca ha hecho que las tarifas que se aplican a las importaciones hacia Estados Unidos oscilan entre el 11% y el 104% y afectan a unos 60 socios comerciales del Tío Sam, a quienes Trump califica como “los peores infractores” y los acusa de usar “prácticas comerciales desleales”.
Los mercados bursátiles internacionales perdieron trillones de dólares. A pesar de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, Washington y Pekín siguen siendo importantes socios comerciales.
Por otro lado, el periódico The New York Times afirmó en un titular de primera página refiriéndose al plan de Trump: (Es) “Totalmente tonto’. El enfoque de Trump en el déficit comercial desconcierta a los economistas.
Detrás de los nuevos aranceles de Trump hay un objetivo tan ambicioso como irreal: eliminar el déficit comercial bilateral con todos los socios comerciales de Estados Unidos”.
En un informe oficial de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, Estados Unidos importó 438.900 millones de dólares en productos chinos el año pasado.
Eso equivale a aproximadamente el 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) total de China, que depende en gran medida de las exportaciones. Por su parte Goldman Sachs dijo en un comunicado que espera que los últimos aranceles de Trump reduzcan el PIB de China hasta en un 2,4 por ciento.
Este banco de inversión pronostica un crecimiento del 4,5 por ciento para este año, citando preocupaciones de que la táctica probada de China de desviar las exportaciones a través de países como Vietnam y Tailandia -para eludir los aranceles estadounidenses- se vuelva menos efectiva ahora que Trump ha erigido barreras comerciales a nivel mundial.
Ese 4,5 por ciento es inferior al objetivo oficial de crecimiento del gobierno chino del 5 por ciento para 2025.
Según informó la agencia Prensa Asociada, AP, “Los gravámenes más pronunciados llegan hasta el 50%, y esa tasa más alta recae en las pequeñas economías que comercian poco con Estados Unidos, incluido el reino africano de Lesoto.
Otras tasas incluyen un impuesto del 47% sobre las importaciones de Madagascar, el 46% sobre Vietnam, el 32% sobre Taiwán, el 25% sobre Corea del Sur, el 24% sobre Japón y el 20% sobre la Unión Europea.
Los economistas advierten que “los gravámenes aumentarán los precios de los bienes que los consumidores compran cada día, particularmente porque estos nuevos aranceles se suman a algunas de las medidas comerciales anteriores”, aseguró AP.
En el caso de China, los analistas económicos afirman a voz en coro que lo que estamos viviendo es “una guerra económica abierta entre Estados Unidos y China, las dos economías más fuertes del mundo”, motivo por el cual la economía global está en vilo.
Trump anunció la semana pasada un arancel del 34% a China, por ejemplo, que se sumaría a los gravámenes del 20% que impuso al país a principios de este año. Luego, Trump agregó otro gravamen del 50% a los productos chinos en respuesta a las represalias recientemente prometidas por Beijing.
Eso elevó el total combinado al 104% frente a China. En el Congreso de Estados Unidos, un grupo de senadores demócratas y republicanos redactó un proyecto de ley para controlar el aumento de tarifas por parte de la Casa Blanca, pero la Cámara controlada por los republicanos se dispone a bloquear una proposición al respecto.
Según los canales económicos, “el 4,5 por ciento es inferior al objetivo oficial de crecimiento del gobierno chino del 5 por ciento para 2025. Los analistas de UBS son aún más pesimistas: han dicho que los aumentos de aranceles de Trump podrían reducir la tasa de crecimiento económico de China a solo el 4 por ciento en 2025. Y eso suponiendo que el gobierno se involucre en una «amplia expansión fiscal”.
*Elizabeth Mora-Mass tiene una maestría en periodismo económico de la Universidad de Columbia de Nueva York.
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