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· Uno de los casos es de un mono cariblanco infantil que llegó con heridas severas en la zona perianal, tras el uso de pañales humanos durante varios meses de cautiverio.
· En un segundo caso, un mono capuchino fue entregado por la comunidad luego de haber sido rescatado de personas que, presuntamente, le suministraban drogas, reflejando otra cara del maltrato y la tenencia ilegal de fauna silvestre en Colombia.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, autoridad ambiental urbana de la región, atiende actualmente en su Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre a un mono cariblanco infantil (Cebus albifrons) que llegó con graves lesiones en la zona perianal, producto del uso prolongado de pañales humanos durante su permanencia en cautiverio.
El pequeño primate fue entregado en la Estación de Paso luego de haber permanecido cerca de cuatro meses en una vivienda donde, según el relato de quienes lo llevaron, pasaba gran parte del tiempo sobre el lomo de un perro.
Al ser evaluado por el equipo profesional del CAVR, se evidenció que el animal presentaba un estado nutricional deficiente, además de una severa irritación y heridas en la zona perianal, consecuencia directa de la acumulación de materia fecal bajo el pañal que portaba.
Su proceso de limpieza y curación ha sido doloroso, especialmente durante los primeros días; sin embargo, actualmente el mono se encuentra bajo observación en la sala de neonatos del Centro, recibiendo alimentación balanceada y tratamiento médico constante.
Aunque su evolución es favorable, los especialistas insisten en que este no es el entorno donde debería estar: su hábitat natural es el bosque.
Desde el año pasado, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha recibido 45 monos cariblancos, la mayoría de ellos en estado infantil o juvenil, lo que refleja la persistencia del tráfico y la tenencia ilegal de fauna silvestre como “mascotas”.
A este caso se suma el de un mono capuchino (Cebus capucinus), también se trata de un individuo infantil, que fue entregado por ciudadanos luego de ser “rescatado” de manos de personas que, presuntamente, le suministraban sustancias psicoactivas.
Este hecho evidencia una de las problemáticas más graves que enfrenta la fauna silvestre en Colombia: el comercio y la tenencia ilegal de animales.
Este es el octavo mono capuchino que ingresa al CAVR desde 2024 El ejemplar llegó al centro en condiciones delicadas: muy nervioso, con el pelaje sucio y bajo peso. Debido a su corta edad y estado de salud, fue trasladado a la sala de neonatos, donde recibe atención especializada, alimentación controlada y acompañamiento permanente por parte del equipo técnico.
Este tipo de primate no habita de forma natural en el Valle de Aburrá, lo que indica que proviene de otro ecosistema y fue víctima del tráfico ilegal.
Lo más doloroso, según los profesionales del CAVR, es que para que un individuo tan joven llegue al cautiverio, su madre probablemente fue asesinada para arrebatárselo.
Durante los primeros seis meses de vida, las crías permanecen aferradas al cuerpo de sus madres, de quienes dependen completamente para alimentarse y sobrevivir.
El llamado del Área Metropolitana del Valle de Aburrá a la ciudadanía es contundente: no comprar, no tener y no promover la tenencia de animales silvestres como mascotas.
Estos seres cumplen roles ecológicos esenciales en la naturaleza, y su presencia en los hogares no solo es ilegal, sino que representa un profundo daño físico y comportamental para ellos.
El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de fauna silvestre del Área Metropolitana es un proyecto que se desarrolla en convenio con la Universidad CES.









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