24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Diciembre empieza en octubre

Por Oscar Domínguez G. (foto).

A años luz de diciembre, los vendedores de ilusiones ya nos lo están anticipando. Asumen que diciembre es sinónimo de felicidad y que es el mes ideal para practicar las diversas formas de ocio. De paso se desembaraznan de cachivaches inútiles.

No ha desfilado una sola bruja en la pasarela de octubre y ya están desapareciendo el décimo mes; nadie ha hablado pestes o bondades del descubrimiento de América; tampoco hemos visto la primera celulitis por cuenta del novembrino reinado de Cartagena, y las vitrinas están tuquias de chécheres.

El eterno Ariel Armel, el Chapulín Colorado de los indefensos consumidos consumidores, debe movilizar a sus sabuesos para que constaten la autenticidad de las gangas. Tal cual.

¿Cuál es el afán de anticiparnos a Guillermo Buitrago quien sólo suena rico cuando “las hojas del calendario” desgranan los 31 días de diciembre?

Un villancico en octubre es tan insólito como su majestad el wasap que arrasó con la intimidad que le quedaba al estresado hombre de internet.

Si hasta los pacíficos marranos han empezado a temblar en los corrales previendo lo que les va pierna arriba. Algunos reyes del colesterol se declararon en huelga de hambre para dejar a los productores con los crespos hechos. (Lea la columna).