En un libro que escribí sobre el deporte colombiano que se llama “En obra negra” inicio con esta frase:
“Frente a nuestro deporte sufro de pesimismo de la razón y de optimismo del corazón”
Sufro de pesimismo de la razón porque a pesar de haber progresado en medallas y buenas participaciones en eventos mundiales y olímpicos, nuestro deporte se debate permanentemente entre la vida y la muerte, se derrochan dineros y esfuerzos porque todo es incoherente, lleno de planes, proyectos y nada articulado y los apoyos de los gobernantes generalmente son precarios porque el deporte no da votos.
El deporte y la recreación en Medellín, se han manejado igual desde hace unos años, desarticulado totalmente, alejado de Coldeportes e indeportes, maltratando a las ligas, con alcaldes sin interés por el deporte, gerentes del INDER sin conocimientos del tema, los empresarios de espaldas, los rectores de las universidades no ayudan, las cajas de compensación trabajan solas. (Lea la columna).
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