¿De qué color es la mentira política?  

Por Adriana M. Cardona López 

Dicen los que saben que el mentiroso no se puede determinar objetivamente. Pero hoy podemos decir con acierto que la subjetividad nos dará como resultado lo objetivo del asunto, siendo un hecho notorio de tipo probatorio.

Algunos dirigentes no dejan nada para la imaginación y se destacan para mentir y engañar al pueblo; poseen unas habilidades extraordinarias; aún ellos creen en su buena fe. Con unas gotitas de esperanza se mueve el pueblo y para tranquilizar nos ilustran diciendo que es una característica del ser humano normal mentir y que en un acto de reflexión podríamos decir: ¿De qué color es la mentira? 

La política no se “hereda”. Eso viene en los genes y esa capacidad de construir una carrera política que se convierte en una red de poder se mantiene en el tiempo con su clientelismo y otros mecanismos.

Hoy vemos cómo estos mezclan su trayectoria política con el engaño y nos hacen creer que poseen el don del servicio y amor por el pueblo. Unos más aventajados que otros.

El Centro Democrático, partido político Colombiano, se mueve con su Club de egos y tiene su propio bufón; que nos embriagará de Ron, música, poesía y derecho, mientras tanto los aventajados seguidores de este partido político están en una encrucijada que huele a Cabal, mujer que si nos habla más duro, lo podrá lograr. Parece que es la única que ya viene moldeado su espíritu político como debería ser y ella sabe sumar; le regalaremos un águila para que observe con detenimiento cómo gobernar y estudiaremos las intenciones de su líder político, cómo se va a comportar, no vaya a ser que esta mujer le pase como a la exsenadora Liliana Rendón Roldán, ya que esta no sufre de miedos y sabe enfrentar desafíos como lo hizo “David y Goliat”.

El Partido Liberal no tiene problemas, puesto que para algunos de sus militantes colocar las fichas en el Congreso, como lo hicieron en la dichosa y anhelada “Paz total” es fácil, estos se tomaron el Congreso como si fuera una finca de recreo.

Y el Partido Conservador, con su actuar tibio y recatado, nos ponen a reflexionar si tanta diplomacia empalaga. Partidos políticos van y vienen y mientras tanto la inclinación política de “izquierda” con muchas trazas de comunismo fracasado quiere obtener todo a la brava, creen que toman ventaja, nos quieren volver a todos indígenas y menos favorecidos para así alimentar la fuerza vital de quien nos gobierna y tener tranquilo la psiquis de quienes serán los artífices del fracaso de la democracia en Colombia.

Aquí lo que se necesita es un jardín sensorial, que cautive los sentidos y que mejore la memoria, porque ya empezaron a moverse con su táctica, aplican “los protocolos de los sabios de Sion” al pie de la letra, nos envían payasos con buena capacidad económica para que el pueblo crea que no robarán y salvarán la patria y que aman el principio de igualdad y por estrategia se hacen los que ya no son amigos para confundir más al pueblo.