Por Ramiro Orozco García
Lo del Deportivo Independiente Medellín, futbolísticamente hablando tiene pocas explicaciones.
Cómo explicar el giro de 180 grados que el DIM dio en las finales pasando de terminar primero entre 20 equipos, ganando 12 partidos, siendo de lejos el goleador del torneo con 46 goles, es decir más de dos anotaciones por partido, a la otra orilla siendo el último en el cuadrangular, en el cual tan solo ganó un partido y anotó apenas 5 goles, aclarando que el 40% de estos los hizo en un solo partido y cuando ya estaba eliminado, lo cual significa que hizo tres goles en siete partidos. Si a esto le sumamos que no hizo un solo gol en la final de la Copa Colombia, el cambio es drástico.
¿Qué pudo pasar? Cosas del fútbol dirían algunos; los árbitros fueron injustos dirían otros o que los jugadores claves se le lesionaron. Pero no, nada de esto lo sufrió el DIM. ¿Entonces? ¿Solo errores de los jugadores? Si y no. Sí por la mala forma de defenderse y la falta de puntería para anotar. Pero no, porque algunos vemos otra situación y es el repentino cambio de estrategia en las nóminas que hizo el técnico, señor Alejandro Restrepo, dejando sentados a jugadores claves o poniéndolos a jugar al final de los partidos rompiendo un esquema que era exitoso.
Revisando el equipo que tuvo tan alto rendimiento, es fácil deducir que cinco jugadores fueron claves en el esquema ganador del Medellín a saber: el polaco Fydriszsewki, Bryan León, Francisco Chaverra, Jarlam Barrera y Leyser Chaverra. Las cuentas dicen que de los 46 goles que hizo Medellín en el torneo clausura, en 42 de esos goles, es decir en el 92%, estuvieron presentes estos jugadores anotando o con asistencias.
Entonces vienen las preguntas, ¿el técnico sabía esto? Sino lo sabía es una muestra de gran negligencia, pero si lo sabía la pregunta es ¿por qué desbarató este grupo y le dio por inventar justo en las finales?
Cualquiera persona mal pensada podría decir que Restrepo no quería que Medellín ganara o peor aún que le ordenaron perder y él cumplió.
Restrepo dijo que los cambios se debían a que “los rivales han aprendido a leer su forma de jugar”. Parece un chiste este argumento, pero lo que demuestra es una inmensa ignorancia. Los entendidos en el fútbol saben perfectamente cómo juegan los demás equipos o quién no sabe cómo juegan el Real Madrid o el Bayern Munich. Lo difícil es ganarles.
Es de público conocimiento la adoración del señor Restrepo por el Atlético Nacional, el equipo de sus amores y también hay rumores de negocios entre los dueños de Medellín y el América. Sé que esto es hilar muy delgadito y hasta de mala leche pensar que Restrepo faltó a la honestidad deportiva, cosa que jamás diría sin pruebas. Pero lo que sí llama la atención es que justo con estos dos equipos Medellín perdió los puntos claves para ser campeón. Los números dicen que Medellín diputó con estos dos equipos 18 puntos y que ganó solo 3.
Personalmente no creo en las coincidencias y algo muy sospechoso es que en vez de rescindirle el contrato al técnico por estos errores el anuncio que se hace es que al señor Restrepo le renovaron el contrato por dos años más.
¿La pregunta final es si estos errores técnicos ocurrieron porque Alejandro Restrepo (foto) es de malas pa’pensar o porque es marrullero?


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