9 octubre, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 965 del maestro Gardeazábal: La libertad vuelta añicos

Gardeazabal

@eljodario

Hace unos días el gobierno de Macron logró que la justicia francesa detuviera al dueño de la red Telegram, reconocido no por ser ruso sino por permitir dentro de su engranaje lo más cercano a la libertad de expresión. Casi al mismo tiempo el presidente Lula del Brasil se enfrentó al dueño de la red X y terminaron prohibiéndose mutuamente. En ambos casos el problema fue la libertad.

Como Occidente resolvió dentro de su tradición liberal darle prioridad a la libertad de expresión sobre el derecho a la verdad, Macron, derechista en su vejez, ha alegado que el libertinaje provocado por las redes y por Telegram debería tener coto. Muchos en Colombia, para no irnos muy lejos, piensan igual.

La anarquía irresponsable de los usuarios de redes, hacen salir de casillas hasta al más paciente lector. Pero como la libertad sirve para todo, Macron y Lula, la antigua Twitter y Face y las otras redes toman medidas para protegerla.  En el fondo, es la misma discusión, pero causada por la búsqueda y la defensa de la verdad. Pero esa libertad y esa verdad no pueden seguir chocando frente a la realidad.

Los algoritmos y la IA nos hacen temer por la manipulación. La defensa de la libertad nos traslada a la eterna batalla por la propiedad de la verdad. Un equilibrio entre las dosbanderas debería venir inmerso en nuestro ADN, pero la facilidad de manejarnos a través de las redes aumenta los temores por saber hasta dónde llega la defensa de la verdad y hasta dónde la de proteger la libertad.

En la medida en que nos van haciendo conocer estadísticamente que son solo 5 o 6 empresas las que manejan en el mundo los hilos de la comunicación internética, ninguna de las dos batallas podrá llevarnos a una solución.

Siempre existirá el fantasma de la censura y volveremos a contemplar los métodos prohibitivos de todas las religiones porque unir la Libertad vuelta añicos con la Verdad oficial de los dueños del mundo parecería imposible mientras el signo $ esté de por medio.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.