26 junio, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 897 del maestro Gardeazábal: la barra no lo deja entrar

Gardeazabal

@eljodario

A raíz de mi comentario de ayer sobre la presencia inminente del portaviones gringo en Buenaventura, me han llovido datos y banderillas hasta divertidas. La más protuberante es que al buque le va a ser muy difícil entrar a la bahía y al puerto.

El portaaviones tiene 333 metros de largo y 41 metros de manga, tamaño que solo cabría en los muelles de la Sociedad Portuaria y paralizaría el cargue y descargue por lo menos por los 5 días que estaría fondeado. Pero lo más preocupante es que tiene un calado de 11.3 metros y resulta que la barra que impide la entrada de buques grandes a Buenaventura interrumpe el canal de acceso en la Bocana a 12 metros por lo que para entrar y salir sin quedarse bloqueado debe hacerlo con marea alta. Pero al lado de estos datos me llegan otros paralelos que resaltan.

El primero, que al mismo tiempo que Valora Analitik informa que ante las dificultades técnicas para traer el gas desde Venezuela, el gobernante insistirá en sacar a licitación la regasificadora de Buenaventura y el pequeño tramo del gasoducto a Yumbo, unos privados recibieron de la prestigiosa firma Black & Veatch, líder global en soluciones de infraestructura para gas licuado, un estudio de factibilidad técnica y económica para  medírsele al negocio sin pedir la venia a la poderosa Promigas y su dueño.

El segundo, que la gobernadora del Valle confía que en breve les entreguen el estudio de costos del derrumbe de la barra de la Bocana y profundizar así el canal de ingreso a la bahía.

 Y el tercero, sin fuente oficial, que ya dizque se saben dos hipótesis sobre los mariners que llegaron a Juanchaco cuando Gaviria era presidente. Una, que vinieron a realizar unos estudios de mineralogía en el área y unas pruebas de sismicidad y otra, que vinieron a instalar unos sonares para pillar los minisubmarinos que los traquetos de entonces ya comenzaban a usar para sacar la droga.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

Lo que haya sido que sea. El cuento de la escuelita solo lo creyeron en Pereira.