18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 59 del enchuspado maestro Gardeazábal: ¿Dónde comienza el futuro?

@eljodario

Por estos días cuando los dueños del poder  decidieron que los viejos somos un sobrante. Cuando a la hora de decidir sobre quien sobreviva no se nos reconoce el derecho a seguir viviendo y se prefiera salvar a alguien de menor edad.

Por estos días, donde muchos de mis coetáneos han entrado en profundas depresiones y se han interrogado en cual momento perdieron el poder, es hora de salir a preguntar públicamente en dónde diablos comienza el futuro y, sobre todo, quién estableció la línea delimitante.

Yo entiendo bien que las estadísticas de esta peste muestran que los más sensibles a contraerla y morir por ella somos los viejos. Pero como esta peste fue creada sin antídoto conocido hasta ahora por el manejo del corona virus en un laboratorio de Wuhan que económica y científicamente recibió apoyo a más de chinos, de la OMS, del señor Gates y Microsoft, de profesores norteamericanos y europeos y japoneses.

Y que quienes han estudiado su genoma, afirman con claridad que posee cuerdas verificables de haber podido ser manipulado. Pero sobre todo porque esta peste ha venido cínicamente acompañada de una oleada de hipocresía para camuflar con dizque cuidados a los viejitos cuando es verdaderamente un enconado afán de los más jóvenes para que desaparezcamos del horizonte y dejemos de pensar y de opinar, de usar nuestra experiencia y de ponerla al servicio  de la permanente evolución del mundo.

Por ese trato de falsa protección me temo que seremos los viejos los que vayamos a escribir la historia verdadera de este genocidio de ancianos que han querido precipitar desde las esferas de los nuevos dueños del mundo, de los que pregonan con sus patentes de corzo expedidas por algún algoritmo o concedidas a inventos como el WO2020060606 de Microsoft.

Sería un absurdo promover la rebelión de las canas como han pretendido en Francia, que por siglos ha respetado y dignificado a los viejos, pero si es hora de ir denunciando verbal o legalmente, por enchuspados como este o por videos en las redes, la existencia de una verdadera conspiración contra los ancianos con el pretexto más miserable de la historia del homo sapiens, como es el andar diciendo que van a protegernos cuando lo que quieren es que no hagamos más parte de la humanidad.

Nuestros pulmones y el filo de la pluma todavía pueden más que las marchas de las hordas o que los  juegos sucios de las grandes corporaciones que se apoderaron del planeta para establecer el nuevo orden mundial en donde los mayores de 65 no cuenten.

Somos viejos pero seguimos siendo humanos y tenemos derecho a ser ciudadanos del mundo, no esclavos ocultos y vergonzantes de los nuevos imperios.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal