19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 583 del maestro Gardeazábal: los globos chinos


@eljodario

La semana anterior nos informaron que dos globos chinos estaban espiando a los Estados Unidos y América Latina. Las explicaciones chinas los mostraban como inofensivos globos meteorológicos que habían perdido el control. 

Estados Unidos debió averiguar más y tumbó el primero cuando se alejaba de las costas de las Carolinas. No se sabe si este incidente será insignificante o si precipitaría la gran guerra que los fabricantes y comercializadores de armamentos están tratando de montarle al mundo.

Mientras tanto, el famoso MIT reveló que un robot aspirador Roomba fabricado en China, (Roby lo llaman las señoras ricas en Colombia que lo usan) grabó en 2020 imágenes sensibles que se filtraron a las redes sociales. Una de ellas, muy viral, muestra a una mujer sentada en el inodoro con sus pantalones en las rodillas, lo que aquí y en cualquier parte (hasta en la China) es violación de la intimidad.

Tal vez los chinos quieren espiar a sus clientes para establecer algoritmos de consumo y mejorar sus productos, pero como se descubrió que la denuncia está siendo divulgada por la OODA, una entidad para defender al consumidor y/o al productor norteamericano, no queda duda que todo es parte de la guerra comercial entre China y USA pues lo que pretende en el fondo es enfrentar el desprecio que los chinos dan a la libertad individual y espantarle clientela. 

En tal condición, la noticia de los globos chinos que nos estaban dizque espiando puede ser desde un peligro real hasta una mamadera de gallo.

Si nos espían en el inodoro o al abrir la nevera o prender el televisor no se entiende para qué diablos mandan globos prehistóricos en pleno auge de los satélites que todo lo miran y desde más alto. 

Pero eso sí, nos están sembrando el pánico cuando le abrimos la puerta de la casa a cualquier electrodoméstico chino porque sabemos que nos están grabando para mandar el reporte a Pekín o a Shanghái. Es el pánico digital, como el del paro del 12 a las 12, que nadie sabe quién ni cómo lo organizan, pero nos lleva a comprar mercado porque quizás sea verdad.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.