28 marzo, 2024

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Crónica # 571 del maestro Gardeazábal: la ciudad inundada 


@eljodario 

Cuando uno ve los estruendosos videos de las inundaciones que ha sufrido Medellín en la última semana, y que a más de muertos voltea patas arriba la imagen de ciudad ordenada y previsiva con anticipación como ninguna otra de Colombia, uno solo atina a pensar en dónde o cuando se equivocaron los paisas para que por estos días las ciudades del Valle de Aburra, que ya son una sola, se hayan inundado de esa manera.  

No hay que pensar mucho porque ni Medellín es Barranquilla antes de los Char, ni los arroyos de la capital del Atlántico se trasladaron a Medellín. Pero el problema es el mismo de Barranquilla cada que llovía a cántaros:  un problema de alcantarillado.  

El puerto costeño no tenía cañerías para las aguas lluvias. Medellín si las construyó pero no las renovó ni las aumentó para recibir todas las aguas que bajan desde los costados de la tacita de plata que era el Valle de Aburrá. Por años. Por décadas, todas las calles que subían a las lomas que rodean la gran ciudad que es hoy Medellín, desde Caldas hasta Barbosa, fueron finalmente pavimentadas.  

En 1963, lo recuerdo como si fuera ayer, me tocó hacer el Censo Nacional en lo que apenas empezaba a trazarse como el barrio Campo Valdés y todas sus calles eran canales donde el barro asentaba ilusiones. Ahora no hay una calle que suba a esas lomas que no esté pavimentada y cuando llueve a cántaros cada una de ellas, es decir los centenares de kilómetros pavimentados, recogen todas las aguas lluvias expeditamente para ir a dar a un alcantarillado hecho a la medida de los coetáneos de José Gutiérrez Gómez el fundador del GEA.  

Bueno, decir que las recogen es una exageración, lo correcto es afirmar que ya no pueden recogerlas. Alguien se equivocó en la previsión, alguien calculó mal, como sabemos ahora que ayer lo hizo Bojanini para poner al GEA de hoy en aprietos.  

Pero como la equivocación fue conjunta, entre todos, del alcalde para abajo deben levantar el Gran Plan Maestro de Alcantarillado que corrija lo que no fue previsto y lo solucione haciendo, no hablando.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal