19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 564 del maestro Gardeazábal: vamos hacia el voto castigo 

@eljodario 

Desde la semana pasada la reforma tributaria de Petro la estamos sintiendo todos los colombianos y las metidas de pata del gobernante, que trepan automáticamente al dólar, han hecho que muchos se vean imposibilitados de adquirir lo que tradicionalmente compraban.  

Pero como resulta que las alverjas y las lentejas y los fríjoles y los limones y, sobre todo, el maíz con que se hacen las arepas y el trigo usado para fabricar todos los panes, son productos agrícolas importados, las arepas de 1.000 quedaron a 1.200, y el pan de 5.000 no lo subieron a 6.000 sino a 8.000. Pero como también le pusieron en la reforma el IVA o el impuesto de consumo a los hoteles y a los restaurantes y a los licores, y en especial a las gaseosas. Y como la gasolina de avión ha subido más aún que el 16.7 % del salario mínimo, los pasajes que se iban a comprar, se vuelven inabordables a muchos bolsillos y los paquetes turísticos, que le estaban dando de comer a tantos compatriotas, han pasado a ser gastos que no se harán sino cuando sobre una platica. Y obviamente la cascada de reducción del gasto y de empleos y de esperanzas aumentará hasta volverse políticamente peligrosa en un año electoral.  

Por supuesto, cuando pagamos de más y comparamos mentalmente con el precio anterior, le echamos la culpa a Petro y a sus aceleres equivocados. Pero la responsabilidad realmente no es toda del manejo presidencial. Ella hay que repartirla también entre los congresistas/contratistas que le aprobaron la reforma y el ministro que la presentó y buena parte también al espíritu ventajoso del comerciante que liquida el alza no al 19% del IVA o al 16.7 del mínimo sino al 20 porque le queda más fácil multiplicar.  

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

Pero, aunque los amigos de Petro no lo crean, la multiplicación de frustración, impopularidad e incapacidad serán igual o el doble en 9 meses y aunque la derecha es incapaz de montar una primera línea para protestar en la calle, los bolsillos vacíos serán de todos y el castigo del voto irá contra los candidatos de Petro en las elecciones de octubre. Es inevitable.