18 abril, 2024

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Crónica # 540 del maestro Gardeazábal: el más grande de los grandes

@eljodario  

Hoy hace 100 años murió en Paris, a los 51 años el, a mi parecer, el más grande novelista de todos los tiempos, Marcel Proust.  

Autor de una novela tan absolutamente característica que muchos hemos tratado de sentirnos influenciados por ella. EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO fue una obra monumental cuando comenzó a publicarse en 1913. Finalmente tuvo un poco más de 3.000 páginas dividas en 7 volúmenes. El primero de ellos, “Por el camino de Swan”, fue publicado gracias a su propia financiación. Ninguna editorial aceptó su publicación. 

Por el segundo volumen, publicado por Gallimard en 1918 obtuvo el aprestigiado Premio Goncourt y el reconocimiento primero de la estricta y caprichosa crítica francesa y después de todos los lectores y estudiosos de la novela en el mundo entero. Por sus larguísimas frases, por su perfecta manera de describir paisajes, espacios, situaciones y temperamentos, ha sido muy difícil conseguir que algún escritor lo repita o supere.  

Estigmatizado por su apergaminado origen familiar. Acuscambado por su homosexualismo que lo llevó a encerrarse, pero le facilitó la redacción de su obra y, atormentado por el asma que tuvo desde su infancia y que finalmente lo llevaría por una pulmonía a su muerte, Proust liberó los fantasmas y las cadenas de esos estigmas retratando el mundo que lo rodeaba y en donde, dice la leyenda, que apenas se asomaba de vez en cuando yendo a lupanares o salones de gozo burgués en la medianoche parisina.  

Impecable en el estilo. Discreto en la ampulosidad con que se retrataba a sí mismo en sus personajes. 

Orgulloso francés, se sintió más patriota cuando la Primera Guerra Mundial tocó a sus puertas y él, asmático y sicótico a los 42 años no pudo volver al ejército donde había prestado en Orleans su servicio militar en la juventud, pero con su aliento y su calidad avivó la llama del patriotismo de sus conciudadanos que desde antes de morir lo consagraron como una de las glorias de Francia y hoy, al cumplirse los 100 años de su muerte, le vuelven a rendir tales homenajes para alentarle desde la eternidad la vanidad que lo caracterizó.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal