18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 491 del maestro Gardeazábal: barbas en remojo 

@eljodario 

Los huérfanos del poder y los que votaron por Fico y por el exalcalde de Bucaramanga están que brincan en una pata por el resultado catastrófico del plebiscito de los chilenos y creen que Colombia encontrará alguna manera idéntica para dizque hacer lo mismo con Petro.  

Andan orinando fuera del beque. La derrota de Boric es apenas una media derrota y no es tampoco un retorno al pinochetismo como tan groseramente lo afirmó nuestro presidente Petro. Es solo la pérdida de una herramienta fundamental para sostener un gobierno débil como el de la izquierda chilena y una forma casi milagrosa de no contar con ese bodrio de Constitución que los diletantes zurdos redactaron y más bien de poder construir una intermedia entre la que rige desde el dictador Pinochet a esta cargada de tantos alamares y mal copiada de la vigente actualmente en Colombia, que es un sancocho y nos resultó carísima.  

Por supuesto, Petro después de este golpe chileno no va a intentar convocar una Constituyente en Colombia. Va a insistir en reformar vía fast track o con los trucos habilidosos de Roy, buena parte de nuestra estructura política y no necesita ir a referendo ni a confirmación de otra instancia distinta a la Corte Constitucional.  

Pero lo que si deben haber aprendido el presidente Petro y su desequilibrado gabinete, es sobre lo que pudo haber pasado en la Argentina (donde la pistola parece que si era de agua y el teléfono del sicario apareció borrado). 

Un magnicidio en Colombia o una recaída en la dizque frágil salud del primer mandatario pone a Colombia en la disyuntiva no de tener como presidente a una mujer negra sino de abrir la caja de Pandora en medio de tanto descontento, tanto desequilibrio social y de esas ganas infinitas que tenemos en el fondo los colombianos de arreglar todo con afán y por la vía rápida.  

Los escoltas que rodean a Petro deben cubrirle de verdad, no de mentiritas como los federales que dizque custodiaban a la vicepresidente argentina.  

Los médicos que vigilan la evolución de la salud del presidente deben no solo vigilar los dolores de barriga que Petro dice tener, sino exigir moderación en la dieta y los excesos gastrovinícolas del jefe de la Casa de Nariño.  

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal. 

Echar el cuento de que con el alacrán azul de Cuba le atajaron todos sus males, ya no basta para la tranquilidad de un país que puede ir adelante dando traspiés pero si al final encuentra de verdad la paz total estará satisfecho.