24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica #456 del maestro Gardeazábal: Balcanización, coca y oro 

@eljodario 

Balcanización es un término geopolítico peyorativo usado originalmente para describir el proceso de fragmentación o división de una región o estado en partes u otros estados más pequeños y étnicamente homogéneos. A ella se ha acudido en la historia muchas veces y tiene distintos niveles. 

Por estos días en Colombia la señora vicepresidente electa ha propuesto la posibilidad de conformar el departamento del Pacifico, uniendo en un solo ente administrativo y burocrático, la zona comprendida entre la cordillera occidental y el mar Pacifico, desde Acandí en el golfo de Urabá hasta el rio Mira en Tumaco. La idea no es tan descabellada. No es fruto solamente de la identidad racial de la gran mayoría de los habitantes de esa zona, ni de la ya sabida protesta eterna del abandono con que esa región ha sido vista por Bogotá, Cali, Popayán y Pasto. Es fruto, como nos enseña la historia en otros casos de balcanización, de un fenómeno económico que monopoliza las entradas de los flujos de capital. 

No es ni el puerto de Buenaventura ni el oro legalmente exportado lo que nutre el afán de independizarse. Es el narcotráfico y la minería ilegal, que abastece los apetitos de casi todos quienes viven allí. Y no es una discriminación ni un insulto. Con las cifras que reveló mi antiguo compañero de la FEUV, el exministro Camilo González, el narcotráfico según los gringos no solo tiene 234 mil hectáreas sembradas de coca, sino que su producción, por modernización y eficiencia, se ha aumentado en un 30% durante el gobierno del señor Duque que está por terminar.  

Y todos sabemos por esos datos gringos que la producción se ha ido concentrando mayúsculamente en la Costa Pacífica, a más del Catatumbo, el Orinoco y el bajo Magdalena donde se cultiva hace rato. 

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

En tales condiciones pensar como lo hace Francia Márquez en crear un departamento homogéneo en la raza de sus habitantes y focalizado en la productividad del oro y la coca, no es arrebatarle Buenaventura al Valle, es entronizar a ese puerto de mar como la capital de una región que terminará en un futuro no muy lejano apelando a la balcanización total, porque ni los blancos ni los del interior fuimos capaces de entenderla y de darle el trato integral que cualquier nación brinda  para todas sus regiones, sus vertientes humanas y entes geográficos.