25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 445 del maestro Gardeazabal: Antioquia enredada pero no vencida 

@eljodario 

Pedir un criterio objetivo sobre la situación que vive Antioquia acumulando sus hirsutas circunstancias no es fácil. 

Como muchas de las angustias o fracasos vividos últimamente pueden ser clasificados en provocados, fortuitos o equivocaciones, los analistas tienden a escapar de globalizarlos para evitar tener que hablar de la posibilidad de que por primera vez en su historia Antioquia esté cerca de aparecer como vencida.  

El lío de Hidroituango, que para no ser llamado fracaso va a terminar siendo costosísimo y por ende muy poco rentable. El derrumbe de la mancomunidad mantenida con éxito por muchas décadas entre la clase empresarial, la política y el manejo del estado que llevó hasta dejar conocer los calzoncillos de EPM y convencernos de la vecindad entre el paisa cañero y aguardientero con los éxitos que dijeron haber conseguido. El despiporre de los tres candidatos presidenciales, Pérez, Fajardo y Fico, que Antioquia presentó a consideración del país para quizás rememorar la inolvidable aparición primigenia de Uribe. El desprestigio en que en menos de un cuarto de siglo cayó el propio Uribe frente sus electores, ante quienes se vieron beneficiados con su gestión gubernamental y ante los cada vez más crecientes compatriotas que le endilgan ser su victimario. 

La batalla con los Gillinsky del otrora intocable e impoluto GEA, Grupo Empresarial Antioqueño, que ha permitido revelar a la opinión pública sus defectos, ocultando bajo sospechas los éxitos y logros alcanzados con ese esquema de enrocamiento entre ellos, hasta el punto de llegarse a conocer el tráfico de bonificaciones y primas recibidas por sus administradores. Y, aunque apenas lo están sufriendo, el chasco que se han llevado con el alcalde que eligieron para Medellín, empeñado desde el primer día en alzarle la bata a los poderosos que manejaron la tierra de mis mayores para que el resto del país les viéramos los calzones rotos a Medellín y a Antioquia. 

Todo ello, y puntualmente una sensación generalizada en que la avaricia y la terquedad parecen ser los blasones de lo que fue la epopeya paisa, de las que descendemos muchos colombianos en otras orillas del país, hacen ver a Antioquia muy empantanada hoy día. Pero como allí siempre hubo un Juan del Corral o un Pedro Justo Berrío o un Tomás Carrasquilla. Como hemos visto morir a Coltejer, pero resucitar increíblemente a Fabricato. Como hemos visto hundirse a Medellín entre mafias, combos y escobares y volver a seguir navegando, creo que a todos nos queda la esperanza de que Antioquia salga de esta mala racha y no se declare vencida. 

 

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.

Alguien, que no sea la Virgen de los Sicarios de Sabaneta, debe aparecer para sacarla del berenjenal donde se ha enredado.