28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 32 del maestro Gardeazábal: Dilliam y la Morelli

@eljodario 

Aunque el aumento de los infectados, la persistencia de los muertos por corona virus y el despeluque económico ha llegado a todos los hogares de Colombia, el país político sigue jugueteando como si nada hubiese pasado y como si el pésimo gobierno que soportamos nos garantizara que va a sacarnos del atolladero financiero. Las encuestadoras se han encargado de ir poniendo bolas de billar pool sobre la mesa para ver cual resiste, cual se pierde o cual se deja golpear para ir armando la carambola de la presidencia del 2022.  

Los eternos aspirantes a ser candidatos, los dueños de la polarización absurda y los perdedores de siempre, ya han puesto de nuevo sus nombres y consiguen que las escrutadoras los sometan al vaivén estadístico de sus simpatías. Sin embargo, quizás por la pandemia, los aires de renovación no se vislumbraban hasta el 12 de octubre. Ese día, tan especial y tan conflictivo por las calendas anti españolas que recorremos ahora, dos mujeres han hecho saber que les gustaría ser candidatas a la presidencia y, como tal, le han puesto la cereza al pastel en un campo en donde casi siempre han reinado los varones. La exgobernadora del Valle, Dilliam Francisca Toro y la excontralora Sandra Morelli han indicado a través de amigos políticos y periodísticos que se le miden a la puja. 

La noticia es renovadora así este país de machistas mire con desconfianza que lo pueda gobernar una mujer. Las dos aspirantes provienen de vetas muy diferentes de la vida pública. Dilliam Francisca está haciendo política pueblerina y regional desde que terminó su especialización en reumatología en el Brasil. La Morelli ha obtenido desde hace mucho rato renombrados éxitos en su profesión de abogada. Dilliam ya fue presidente del Congreso y hasta le puso la banda al revés al presidente Uribe cuando lo posesionó. La Morelli fue capaz de enfrentarse al omnímodo Fiscal Montealegre al tiempo que se metió y opinó sin sustos sobre vida y milagros de la nación colombiana. A Dilliam ya la tuvieron guardada en prisión mientras los oligarcas del Valle movían cielo y tierra para conseguir que la inhabilitaran de por vida acusándola de haber participado en la compraventa a un narco de una finca en Palmira. A la Morelli el fiscal Montealegre y su carnal Perdomo la embadurnaron en un proceso por haberle echado gasolina a un carro de la Contraloría donde trasportaban a su único hijo. Ambas dejaron huella admirable en el ejercicio de sus cargos. La vallecaucana consiguió con esa buena gobernación convertirse en la baronesa electoral de Colombia. La bogotana con su acertada Contraloría se catapultó  como imperturbable mujer y hoy la ven presidenciable sin haber trabajado un solo voto. Se abre el telón. Comienza la función.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal