29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 295 del maestro Gardeazabal: La Cabal y los siete enanitos

@eljodario 

Lo colombianos de distintos estratos sociales que no quieren y hasta no aceptarían al leninista de Petro como presidente, están viendo cómo mes a mes, y cada vez acercándose más las elecciones, su favoritismo no se derrumba y lo que es peor, que la Cabal y los siete enanitos que le compiten, no levantan vuelo. En cada encuesta, cada uno de ellos se turna para ser el segundo con más opción, pero ninguno se consolida. 

Conociendo los tejemanejes que hay detrás de las encuestadoras y quienes las contratan, es de lógica esperar que de aquí a febrero consoliden en esos sondeos al que más apoyos económicos haya conseguido hasta entonces, así sea un candidato muy frágil o incapaz de enfrentar a Petro con ideas y argumentos que calen en quienes hasta ahora no lo apoyan con su intención de voto.  

Esas encuestadoras contratables, igual que los empresarios y que las cooperativas de contratistas del estado que patrocinan a congresistas y diputados han reemplazado a los partidos políticos. Y, todos a una, parecen haber aceptado una premisa falsa: que quien salga segundo en la primera vuelta, automáticamente aglutinará el voto de los colombianos que no aceptarían a Petro presidente. Como tal, ninguno de los enanitos se consolida ni en ideas ni en verraquera convocantes y cuando el segundón salga a dar la batalla final, le quedara muy difícil que el país le crea y le vote, y como tal, es mejor que se vayan alistando para emigrar junto con sus capitales o, conociendo lo que Petro hizo en Bogotá con el Aseo, busquen que los lleve de compinches en su gobierno y hasta les vaya mejor.  

Lo extraño es que, promediando noviembre, ninguno de esos dueños del poder, del dinero y de los votos, y de los contratos, haya convocado a una reunión para buscar un colombiano que no hace parte de la lista de los enanitos, que resuma el malestar contra el gobierno Duque, contra la polarización absurda a donde han traído al país. Buscarlo solo requiere deponer orgullos pendejos, abandonar vanidades hirsutas y tener el mismo espíritu patriótico que tuvieron Laureano y Lleras Camargo. Todos, sin excepción, tienen el nombre del candidato en la punta de la lengua, pero ninguno se atreve y no hay alguien con suficiente poder moral para imponerlo. 

Ojalá en las fiestas navideñas, al calor de los tragos y la natilla, lo saquen de la puntica de la lengua y se convenzan que todavía tienen tiempo de que no les toque salir de huída para Miami o alistarse para negociar con Petro y partirse la marrana con un leninista vergonzante pero consumado.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.