19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 291 del maestro Gardeazabal: Un volcán contamina más

@eljodario 

La vulcanología, como casi todas las ciencias, ha adelantado muchísimo con el esquema de modernización sufrido a la par de la llegada del internet y la cibernética. Lo que hemos visto por este último mes con el seguimiento y las explicaciones del volcán de las isla de La Palma, que ya tiene 6 bocas, nos indica muy a las claras que si bien todavía no pueden predecirse los acontecimientos por venir debajo de la superficie de la tierra, las explicaciones que nos están dando orientándonos en la interpretación y desterrando la ignorancia dan mejor idea del mundo de los volcanes.  

El poder ver un volcán todo el día expulsando chorros de fuego y ríos de lava en medio de un territorio poblado y sobre todo explotado agrícolamente, es un adelanto macro en el manejo de las crisis volcánicas. El hecho de que hasta el momento no se haya producido un muerto y que se pueda informar diariamente del número de casas y fincas destruidas choca con el terrorismo en que quedaban convertidas las noticias sobre el estallido de los volcanes.  

Ya había pasado algo similar en Islandia, aunque los ríos de lava no fueron tan furiosos como en las Canarias y viene pasando cada tanto de tiempo en Hawai desde hace años, aunque en magnitud más moderada. Pero el misterio de las profundidades sigue siendo todavía eso: un misterio.  

El que por temporadas exploten varios volcanes en el mundo al mismo tiempo. El que la furia del fuego interno de la tierra haga estruendosas salidas sigue siendo inentendible, aunque la televisión, los videos y las computadoras nos hagan seguimiento y explicación al instante.  

A todos nos queda la duda, viendo esos espectáculos dantescos, de si el interior de la tierra está repleto de materiales derretidos en demasía y tiene necesidad de desahogarse por los volcanes. Y si eso es así, tenemos derecho a pensar si será que todo lo que hierve allá dentro necesitaría entonces seguir saliendo porque la tierra es todavía un planeta en formación. Y también nos asalta la duda de para qué afanarnos entonces por la contaminación de la atmósfera si una docena de volcanes explotando al tiempo envenenan ferozmente la capa de ozono de la tierra y nos causan más daño que 100 años de uso desmedido de aerosoles.  

¿Será entonces que estamos exagerando lo del cambio climático por no entender lo que las entrañas del planeta nos quieren indicar con sus dañinos pero fascinantes volcanes vomitando sus excesos? Es para pensarlo.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.