25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica $ 260 del maestro Gardeazabal: El almirante que se volvió mito

@eljodario 

El 21 de septiembre se realizará una Corte Marcial para juzgar al Capitán de Navío Néstor Segura Mora, acusado de haber presentado documentos falsos para que el presidente Alvaro Uribe, su ministro de Defensa Juan Manuel Santos y el Comandante de la Armada suspendieran la vinculación del Almirante Gabriel Arango Bacci con esa institución y lo mandaran a la cárcel. El caso tuvo resonancia nacional y alimenta desde entonces el chismerío sexual colombiano. Ahora se volverá a alborotar porque si bien la Corte Suprema declaró inocente al Almirante, el país hace rato emitió su fallo condenatorio contra los tres actores principales de la tramoya porque entendió no solo que una vez más se había utilizado la justicia con fines políticos o para venganzas personales, sino porque la precipitada evolución de los acontecimientos nacionales le enseñó a los colombianos que el señor Santos es capaz de realizar cualquier cosa y el presidente Uribe, desde mucho antes de señalarlo como su sucesor, era el triste tontilongo en que quedó consagrado ante los ojos de todo un país por no olfatear la clase de ministro traidor que tenía. 

El hilo obviamente se rompe por lo más delgado. Ninguno de los tres, ni Santos ni el Comandante Barrera ni el Almirante Echandía serán juzgados por haberse colinchado de esta manera tan burda para acabar con la carrera militar de Bacci.El que va a Corte Marcial es el Capitán de Navío que siguiendo órdenes parece haber fabricado las falsas pruebas presentadas al presidente Uribe para que lo destituyera y como al Almirante Bacci no lo reintegraron nunca a la Armada pese al fallo, a Colombia le va a aquedar muy difícil cambiar la funambulesca versión que circula desde entonces. Tampoco irán, ni serán incluidos en la Corte Marcial los funcionarios de la Embajada Americana sin cuya ayuda no podría haberse fabricado la prueba. 

Como el Almirante Barrera, a quien regían entonces las órdenes sacrosantas del Opus Dei y al Almirante Echandía no solo los premiaron con cargos importantes después del escándalo, sino que desde hace 5 años viven tranquilamente en Washington, todo quedará del mismo tamaño para los escritores neutros que el presidente Duque quiere que escriban sobre su régimen.  

Afortunadamente la tradición oral colombiana es implacable y no se ha gastado todavía ni los algoritmos podrán clasificarla para borrar la injusticia y crecer más el mito del Almirante Arango Bacci.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.