18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 22 del maestro Gardeazábal: Soluciones sí hay

@eljodario

Muchos oyentes y lectores me han pedido que repita y renueve las soluciones que hemos planteado como guía para salir del atolladero donde metieron a Colombia. La verdad es que no me gusta perder el tiempo, y menos a mi edad. Pero como la esperanza es dizque lo último que se pierde, las enumero rápidamente.

Primero. Hay que generar empleo. La construcción y las obras públicas lo hacen y muy rápidamente. Imponer un tributo porcentual sobre las milmillonarias ganancias a los bancos y el sistema financiero en general y dedicarlo exclusivamente a construir viviendas en ciudades menores de 300 mil habitantes para disminuir la presión sobre las grandes ciudades y provocar la presencia de mano de obra en cercanías de la agricultura tradicional y agroindustria. No hay que regalarlas como hizo Vargas Lleras. Hay que entregarlas a menos precio y a cuotas fijas mensuales accequibles hasta para un desempleado.

Segundo. Usar la plata que va a prestar el FMI para invertirlo en un plan agresivo por lo intenso y radical en la construcción, reconstrucción y mantenimiento de las carreteras terciarias. El efecto es doble, hay más empleo y se facilita la disminución de los costos de transporte de los productos de esa otra Colombia donde no ha hecho presencia el estado ni para combatir la guerrilla.

Tercero. Montar entidades mixtas, público-privadas, para comercializar los productos del campo, y por qué no hasta el oro ilegal y la hoja de coca y arrebatárselo a los intermediarios que explotan al campesino, corrompen a las fuerzas uniformadas y criminalizan sus sudores.

Y cuarto, si de verdad se quiere abrir el ducto para que genere empleo, que el Invias no siga guardando la plata de los peajes y la invierta en mantener las carreteras a su cargo como las de Puerto Triunfo a Medellín o de Cali a Buga, Popayán y Buenaventura.

Si todo eso se hace habrá plata para financiar, con subsidios primero y con créditos blanditicos después, los cultivos de pancoger que nos permitan subsumir con lo producido por nuestras tierras  la comida que ahora importamos.

De la misma manera a mayor consumo habrá forma de desviar los otros ingresos del estado y de los particulares para apoyar sin miedo todo el engranaje cibernético que nos permita exportar por teletrabajo la gran capacidad humana que están demostrando los jóvenes en el manejo admirable de los nuevos adelantos algorítmicos. Pero todo eso puede sonar muy bonito si no le ponemos la cereza al pastel y hacemos lo de Italia, y por medio de referéndum se consulte la supresión en un 50 % del número de congresistas y la reducción de la mitad de los magistrados y con esa plata aumentar el número de computadores en escuelas y colegios.

¿Será muy difícil hacer todo eso o habrá necesidad de montar en la presidencia a uno de los burlados y estigmatizados abuelitos que sí es capaz de hacerlo?

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazabal.