25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Crónica # 136 del enchuspado maestro Gardeazábal: Pereira sin aeropuerto

@eljodario 

El fantasma que ronda desde hace años al aeropuerto de Pereira, volvió a aparecer la semana pasada. 

La montaña aledaña a la pista del aeropuerto Matecaña cedió de nuevo y cada vez se acerca más al terraplén sobre el cual finalmente hicieron, al finalizar la década del 40 del siglo pasado, esa obra más cívica que cualquiera de las otras muchas que el espíritu pereirano ha permitido levantar.  

Afortunadamente por estos días de pandemia no se han estado realizando vuelos con aviones grandes de 180 pasajeros, que pesan un jurgo y pueden, al aterrizar, ejercer presiones lejanas sobre una montaña que los ingenieros han dicho que se está moviendo. 

Pero como parecería ser que fue insuficiente el trabajo realizado el año pasado cuando se presentó el primer derrumbe y el alcalde Gallo y los pereiranos pusieron el grito en el cielo y consiguieron el apoyo nacional, el fantasma aúlla porque por estos días cuando se tenía programado la demolición de un poco más de 250 casas del barrio que se cree, con sus filtraciones y manejos, pudo haber originado este problema, volvió y surgió. 

Quienes conocemos la historia y el empuje de esa ciudad, entendemos por qué orgullo congénito pretenden gastarse la millonada en un aeropuerto que termina en la Avenida 30 de agosto, pero así y todo sigue siendo una soberana pendejada que no entiendan que Pereira creció hacia el occidente, que tienen una doble calzada con Cartago, alrededor de la cual se han montado las nuevas urbanizaciones y sobre todo que a solo 12 kilómetros de Matecaña está el aeropuerto Santa Ana de Cartago, con mejores especificaciones en pista y área de aproximación y que para Pereira y para los dueños de la concesión del Matecaña resultaría mucho más barato y rentable llegar a un acuerdo con la municipalidad cartagueña y alquilar con inversión y con opción de compra ese aeropuerto. 

Lamentablemente en la capital de Risaralda todavía piensan que si gastan 15 minutos para ir a un aeropuerto perderán las ventajas económicas que les da la prolongación en pista de aterrizaje  de la avenida 30 de Agosto y se disponen a seguir buscando ingenieros y geólogos que les aseguren que su aeropuerto se puede salvar y que no necesitan bajar a Cartago. 

Ojalá que repensaran lo que hacen y que no vayan a manejar este problema con la misma incuria conque han manejado el bochinche de la Cámara de Comercio buscando equivocadamente, como hicieron con Confecámaras, que les respalden desde Bogotá el expresidente César Gaviria y el contralor Felipe Córdoba, egregios y poderosos pereiranos.

Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal