@eljodario
El informe del Contralor General sobre la desidia con que se ha manejado la unidad de Asalto Aéreo del Ejército hasta, por lo menos, el final de diciembre del 2024 da grima.
En el resumen del documento en la revista Semana ayer, nos damos cuenta los colombianos que la capacidad administrativa de los oficiales encargados de esa área del Ejército es casi nula y que ha sido en las manos de unos ineptos a quienes les entregaron la seguridad de los vuelos de los helicópteros militares.
Y digo que ineptos, y no otra cosa, porque todavía le doy la gracia a nuestro otrora glorioso cuerpo armado de que tal vez no preparó bien a los mandos administrativos. Porque para todo aquél que lea el informe es asustador que los helicópteros que han estado volando, entre ellos los cinco que se cayeron en 2023/24 no estaban debidamente asegurados. Y mucho más toparse con que la Contraloría encontró que tenían aseguradas aeronaves que no estaban aptas para volar y que las que se encontraban volando, estaban desamparadas.
Muy probablemente esta situación la debe haber propiciado para que se conociera empujando el actual ministro de Defensa, Pedro Sánchez, Mayor General en retiro de la Fuerza Aérea. Y lo digo porque con lo discreto y prudente que es, quizás descubrió el entuerto, pero para no romper su norma de respeto por quienes fueron sus comandantes y los que ahora son sus subalternos, prefirió que fuera el Contralor General de la República quien hiciera y analizara el hallazgo.
Hasta ahora, como ya es costumbre en este cuatrienio, los pecados de los generales no se publicitan, pero se cobran con un pase a retiro. Y aunque en este caso no se dicen nombres, revisando por la IA desde el 7 de agosto de 2022 hasta el 1 de enero de 2025, se puede encontrar quién era el ministro y quiénes los oficiales complicados en esta peligrosa demostración de ineptitud del Ejército de la patria.
Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal


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