28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Covid: 1.000 camas UCI en Medellín

@QuinteroCalle @AlcaldiadeMed

Por Daniel Quintero Calle

Gobernar es tomar decisiones. Gobernar bien, sin embargo, implica reconocer con la mayor profundidad posible las implicaciones de cada una: las obvias y las no tan obvias. He creado este espacio que se suma a los virtuales a través de #ElAlcaldeReporta y las cortas entrevistas que doy en medios de comunicación para explicar aquellos temas que requieren más que un tweet o una respuesta de 30 segundos para informar, pero también para dar el debate necesario cuando la información que circula no sea cierta o puede llevar a confusiones, cosa que se ha vuelto recurrente en los últimos días, impulsada, hay que decirlo, por intereses políticos y en algunos casos económicos.

No podría empezar de otra manera que hablando de Covid y de la disparidad entre la Alcaldía y la Gobernación para expresar el nivel de alerta que vive la ciudad y en especial el número de camas UCI y su porcentaje de utilización.

Medellín ha logrado administrar la curva de contagios gracias al uso de tecnología, la cultura ciudadana y la capacidad de anticipar: fue la primera ciudad en hacer obligatorio el uso del tapabocas, esto nos dio tiempo para fabricar ventiladores y cumplir el plan mil de UCI. Subimos al pico implementando la estrategia 4/3, que consistía en cuatro días de apertura económica y tres de cierre, un modelo innovador que hoy es estudiado por su capacidad para reducir la tasa de contagio. Parecería posible que si hubiéramos implementado esta estrategia desde el principio nunca hubiéramos tenido que salir a la cuarentena total.

Una vez en el pico de la meseta, en lugar de cerrar como lo hicieron miles de ciudades del mundo entero, Medellín pudo reabrir su economía. ¿Cómo se logró esto? Gracias a que la data nos permitió tener un mejor entendimiento de la curva pandémica, las poblaciones en riesgo, evidenciar el fin de la etapa exponencial y con data también informar de forma microsegmentada a cada uno de los 3.5 millones de ciudadanos que se inscribieron en Medellín Me Cuida cuál era el nivel de riesgo de su cuadra o lugar de trabajo y hacer cercos epidemiológicos de alta velocidad. Sin embargo, lo más importante fue constituir una potente red de unidades de cuidados intensivos para enfrentar el reto que tenemos en frente. Medellín cumplió su apuesta por tener mil camas de cuidados intensivos.  Ante los escépticos que predecían que se vendría colapso primero el 15 de agosto, después el 15 de septiembre y luego el 15 de octubre, Medellín no solo nunca colapsó, sino que hoy tiene la tasa de letalidad más baja entre ciudades principales logrando al mismo tiempo liderar la reactivación económica y ahorrar cierres innecesarios a la ciudad.

Por eso es importante aclarar las dudas que se han tratado de sembrar sobre el número de camas UCI y el nivel de riesgo que enfrenta la ciudad.

Lo primero sea decir que el número de pacientes en UCI por Covid, en nuestro sistema de salud, se ha mantenido estable y por debajo, incluso, de lo que esperábamos para esta fecha (ver imagen 1). En cuanto a número de casos nos mantenemos en estado de meseta incluso por debajo de los casos que esperábamos para esta fecha. Es decir, sin crecimientos geométricos y con un 96.3 % de personas que ya superaron el contagio. (Ver imagen 2). El autocuidado ha hecho que solo el 6.94 % de los casos sea de mayores de 70 años, población en la que estamos concentrados, estrategia clave para reducir la tasa de letalidad.

Actualmente, las UCI de la ciudad están ocupadas de la siguiente manera. Por Covid hay 249 personas: estable. Por Infecciones Respiratorias: 63 personas y 358 más por cirugías atrasadas y otro tipo de enfermedades, este es el indicador que viene creciendo (ver imagen 3).

Con el ánimo de reducir el número de procedimientos no urgentes, la Gobernación de Antioquia ha planteado la posibilidad de declarar alerta roja hospitalaria, lo cual tendría dicho efecto. Sin embargo, esto no tendría implicaciones tipo cuarentena en Medellín, ni en su Área Metropolitana, dado que este incremento no es consecuencia del Covid.

Ahora, ¿Tiene o no Medellín 1000 camas de cuidados intensivos? ¿Por qué no cuadran las cifras de la Alcaldía y la Gobernación?

Medellín cuenta con mil camas UCI (ver imagen 4), entendidas como camas en un hospital con toda la tecnología necesaria para atender un paciente que requiera le salven la vida, en especial, que requiera un respirador artificial mientras logra superar la etapa infecciosa. De estas mil, 780 están activas, quiere decir que están reportadas en el sistema nacional de salud (estas son las que reporta la gobernación) y 220 más que serán activadas en el momento en que el Covid así lo requiera. Teniendo en cuenta el incremento actual activaremos 26 más para atender las cirugías retrasadas.

Entonces, ¿Por qué no se activan todas las camas UCI inmediatamente? La pregunta es natural, como observarán que la respuesta también. Para los hospitales no es rentable activar una cama que va a estar vacía, ya que al hacerlo debe tener a su disposición, no solo el respirador y la cama que les hemos entregado, sino también un grupo de profesionales del más alto nivel, disponible los siete días de la semana y las 24 horas del día. Es por esto que la activación de las camas ha sido acordada en un esquema de fases con los directivos de los hospitales y el personal de la salud para cuidar sus finanzas, evitar la llegada de médicos extranjeros y garantizar en la medida de lo posible que la atención que brindemos conserve siempre los más altos estándares de calidad.

Concluiría, por tanto, diciendo que Medellín no solo tiene mil camas de cuidados intensivos, sino que además tiene un plan. Ese plan está impulsado por un equipo de personas de las más altas calidades, el personal de salud que son nuestros héroes; un equipo de epidemiólogos, científicos y diseñadores, emprendedores y empresarios que han puesto desde cada una de sus esquinas para servir a la ciudad cuando más se ha necesitado y también un equipo de funcionarios públicos de quienes hoy quiero reconocer a la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Mónica Gómez; al secretario de Desarrollo Económico, Alejandro Arias; al secretario de Innovación Digital, Sebastián González y, claro está, a nuestra secretaria de Salud, Andree Uribe. Ninguno de ellos ha parado de trabajar desde que el 27 de enero empezamos a buscar rutas para salvar vidas sabiendo lo que se vendría. Estoy orgulloso de ellos como lo estoy de todo mi equipo.

Pero, sin duda, el agradecimiento más grande quiero darlo para cada hijo, hermana, madre, padre y familiar, en general, que ha hecho todo lo posible para cuidar la vida de sus seres queridos. Juntos estamos dando esta batalla por la vida. Tengan la seguridad de que todo va a estar bien.