Por Armando Cardona Cataño (foto)
Esta palabra viene del latín corruptio, cuya primera definición etimológica es putrefacción, y este vocablo, a su turno, significa entre otras cosas, mal olor y corrompido, por lo que no es necesario averiguar más su significado para entender que estamos frente a algo terrible.
En los últimos años, pero especialmente en el 2018, la utilización de este término a tomado inusitada vigencia porque en muchos países del mundo su práctica está desbordando lo increíble, a tal punto que organismos internacionales se han tenido que ocupar del tema de manera clara y contundente como aconteció en la reunión del Fondo Monetario Internacional =FMI= celebrada en la ciudad de Lima.
Como consecuencia de ello la actividad judicial ha sido notoria y en muchos países del mundo se han tomado decisiones de fondo que han afectado a altos funcionarios de gobierno como presidentes, entre otros, y que han tenido que ir a la cárcel.
Pero de la misma manera se han conocido las empresas que enarbolan la bandera de la corrupción las cuales, con su increíble capacidad de persuasión delictiva, han conmocionado países enteros que ahora afrontan crisis democráticas de magnitud. (Lea la columna).
Más historias
¡GANGAZO! Espectacular finca Atardeceres, en Valparaíso, en el suroeste de Antioquia
¿Dónde está la plata de la alcaldía de Quintero?: Fico Gutiérrez
Se nos fue Mauricio Álvarez, el padre del archivo sonoro más grande de la selva de América Latina