20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Corantioquia, con todo el corazón de su directora Ana Ligia Mora

@Corantioquia @GobAntioquia 

Por Nacho 

Panomarapolitico.co 

Ana Ligia Mora, comprometida y fogosa ingeniera ambiental, trabaja con el corazón, con pasión y con amor. Así hace posible que todo lo demás se logre para hacer entender que el cuidado del territorio es el cuidado de la propia existencia y de una u otra forma el aporte a la calidad de vida, de todos y cada uno de los antioqueños. 

Con Ana Mora Martínez (foto) hicimos un recorrido sobre la gestión de Corantioquia a lo largo de esta difícil anualidad que se extingue. 

Directora otro año más y vamos de una a hacer un balance de gestión del 2021. Hoy son alarmantes los peligros medioambientales en el mundo. ¿Qué hizo usted por la protección de los recursos naturales en la jurisdicción y cuál es el mayor peligro en su área? 

Al término de la gestión 2021 encontramos en general unos resultados alentadores, evidenciados en el trabajo articulado que adelantamos con los distintos sectores, organizaciones, administraciones municipales y comunidad en general. 

Si bien las problemáticas ambientales permanecen y son propias de la interacción entre el hombre y los recursos naturales, también en cierto que hemos venido trabajando en programas y proyectos corporativos orientados a prevenir y especialmente atender las necesidades del territorio con una visión integral, pensando en la protección del patrimonio ambiental pero también en generar oportunidades y aportar a la reactivación económica de nuestra jurisdicción, al empoderamiento y la apropiación social, así como a generar capacidades instaladas en los territorios. 

Un ejemplo de ello es la consolidación de los Negocios Verdes y el trabajo con las Juntas de Acción Comunal y los sectores productivos, donde Corantioquia se convierte en una entidad que convoca a los demás actores para ofrecer soluciones al territorio. 

Si habláramos del mayor peligro, tal vez este sigue siendo estar por fuera de la legalidad en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables. En la medida en que nosotros tengamos actores y usuarios vinculados con la Corporación, que tengan sus trámites y legalicen el uso de los recursos, se podrá ejercer mayor control, seguimiento y acompañamiento. En este sentido este sigue siendo un gran reto: legalizar a todos los actores, buscar que la extracción ilícita de minerales y la tala ilegal sigan disminuyendo; esto es fortalecer la legalidad y combatir estas prácticas que atentan contra el medio ambiente. 

¿Las Corporaciones Ambientales comienzan a tener algunos enemigos, Corantioquia como defiende su labor bajo su administración? 

A nivel del país las CAR son blanco de muchas críticas y cuestionamientos. A ello podemos responder desde lo que conocemos del Sistema Nacional Ambiental, un sistema que opera las políticas ambientales del país, las entidades que lo integramos somos los que estamos en el territorio, velando por la legalidad, velando por que la comunidad haga parte efectiva de los programas que buscan un uso eficiente del recurso hídrico, de la protección de la fauna, la restauración de los ecosistemas, de la participación ciudadana. ¿Y cómo nos defendemos de los cuestionamientos? Con trabajo, con entrega, con disciplina, con un trabajo articulado con todos los sectores que hacen parte de la jurisdicción, públicos, privados, organizaciones, comunidades, fuerza pública; la mejor manera de combatir esto es con hechos que generen buenos referentes para el país, que den buenas noticias, que demuestren la importancia de las acciones que realizamos desde las corporaciones en beneficio de los recursos naturales, de la consolidación de un tejido social, del fortalecimiento del desarrollo económico en nuestras comunidades. 

La mejor manera de luchar contra la estigmatización y los cuestionamientos para el Sistema Nacional Ambiental en general, y para las corporaciones, es trabajar para generar buenas noticias y ese ha sido un postulado de la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (Asocars), donde hemos sumado esfuerzos en fortalecer esos buenos referentes y evidenciar nuestro trabajo buscando la protección de los recursos y en especial ese anhelado desarrollo sostenible, que es nuestra misión fundamental. 

¿Cuál fue la inversión de la entidad en el 2021, cómo priorizó los recursos y cuáles fueron las grandes prioridades? 

La inversión de la entidad se fundamenta en nuestro Plan de Gestión Ambiental Regional, que tiene un alcance al 2031 y especialmente en nuestro Plan de Acción 2020 – 2023 al cual hemos denominado “Más sostenibilidad, más vida”, en el que tenemos nuestras metas priorizadas en distintos programas y proyectos. 

El presupuesto total de la entidad en 2021 fue de $ 158.000 millones, de los cuales destinamos el 88% a inversión; también gestionamos más de $ 21.000 millones con aliados externos que contribuyeron a la gestión ambiental en nuestra jurisdicción. 

Seguimos trabajando en saneamiento hídrico, en el manejo adecuado de residuos sólidos, la restauración, la recuperación de áreas degradadas, el fortalecimiento de negocios verdes, el turismo de naturaleza, la declaratoria de áreas protegidas, el cuidado de nuestra flora y nuestra fauna, el fortalecimiento de la cultura ambiental. 

Todas estas son líneas que hacen parte de nuestras prioridades y hemos tenido un foco muy claro y es que Corantioquia, además de tener en su misión la protección y buen aprovechamiento de los recursos naturales, también está incidiendo en esas necesidades del día a día de quienes habitan la jurisdicción, a través del trabajo con las juntas de acción comunal para generar empleo, el apoyo a emprendimientos que se puedan sostener en el tiempo, actividades o programas propios para aportar a la seguridad alimentaria y que se generen excedentes y líneas económicas como los mercados verdes, en fin tratar de mejorar las capacidades propias de las comunidades. 

A esto se suma un proyecto tan claro como las Ecoescuelas, en el que además de trabajar en los componentes de educación ambiental se mejora y aporta a que la comunidad tenga unas instalaciones más dignas, pensadas en clave de sostenibilidad, con paneles solares, sistema de aprovechamiento de residuos, un buen sistema de capacitación a toda la comunidad, y digamos que es en doble propósito lo que estamos haciendo: cuidado de lo ambiental, pero también desarrollo económico y social y con esto trabajamos por el desarrollo sostenible. 

El lema de Corantioquia en su era de Con todo el Corazón se puede aplicar muy bien a los convenios y trabajo conjunto con otras fuerzas sociales, públicas y privadas y ustedes se han convertido en un articulador de ese trabajo en llave. ¿Qué impacto ha tenido este modelo en favor del medio ambiente? 

Nuestra inspiración y nuestra ruta es entender que para obtener buenos resultados y lograr apropiar a unos sectores y actores que hacen parte de la jurisdicción de Corantioquia en torno al cuidado y la protección ambiental, es necesario cumplir el ODS 17, que es la generación de alianzas. Por eso, desde Corantioquia siempre estamos invitando a las demás corporaciones, a las empresas –independiente de su tamaño-, a las instituciones, a la Fuerza Pública, al sistema educativo, a las organizaciones sociales, a las comunidades étnicas… a todos en unos propósitos comunes: el Plan de Acción, esos programas y proyectos son de todos, no son solo de Corantioquia. 

Por eso hemos buscado primero, afianzar que cuando trabajamos con el corazón todo se puede cumplir, las metas son realizables y los propósitos se pueden alcanzar; hemos sido apalancadores y articuladores de muchos procesos y eso permite llegar al territorio con más acciones, optimizar el uso de los recursos y ha permitido también lograr que Corantioquia sea más cercana, que se posicione como una entidad patrimonio de todos los antioqueños, una facilitadora de procesos y esa entidad que está velando por un patrimonio que es de todos los que habitamos un territorio. 

Seguiremos afianzando las estrategias, tratando de ser más oportunos, blindar a la Corporación de cualquier riesgo de corrupción, optimizar cada peso que ingrese a la institución, seguir apoyando a nuestras administraciones municipales y al sector productivo que está en la legalidad para que siga generando empleo y procesos sostenibles. 

Creemos que trabajar con el corazón, con pasión, con amor hace posible que todo lo demás se logré y eso se va sintiendo en el territorio, donde vamos viendo que más actores nos buscan, quieren vincularse a los procesos corporativos y quieren hacer más de lo que les obliga la norma, quieren aportar de manera voluntaria entendiendo que el cuidado del territorio es el cuidado de nuestra propia existencia y de una u otra forma está aportando a nuestra calidad de vida. 

Hay una serie de programas de su sello personal y que usted quiere mucho. ¿Cuáles son y cómo les ha ido? 

Hay muchos programas que hemos venido impulsando. Por ejemplo, el Sello de Sostenibilidad Corantioquia, que lo iniciamos en 2019 buscando que productores y empresas de nuestra jurisdicción se postulen, vayan mejorando su desempeño ambiental, que vayan más allá del cumplimiento de requisitos normativos, y vemos cómo cada vez más sectores y empresas se van uniendo a esta propuesta. 

El mejoramiento de los estándares en las empresas representa que vamos logrando mejor uso de los recursos naturales, mayor optimización de los mismos, mayor corresponsabilidad, mejoramiento en las condiciones del territorio y vemos que cada año se van postulando más, lo que nos evidencia buenos resultados y genera confianza para que Corantioquia no sea vista solo como un ente controlador que se encarga de decidir un trámite, sino también que promueve el aprovechamiento y mejoramiento de los ecosistemas. 

Ahora también estamos promoviendo las Ecoescuelas, un programa muy bonito, con el que no solo impactamos a la comunidad educativa sino a todo el entorno de las escuelas veredales, con sistemas de energía solar, aprovechamiento de residuos orgánicos, procesos formativos que trasciendan a la familia y al círculo educativo de los núcleos veredales. Creemos que es una gran oportunidad para integrar en una escuela todos los programas corporativos asociados a educación ambiental, a buen uso de los recursos naturales y fomento de la legalidad. 

También hemos avanzado en el trabajo de corresponsabilidad; cuando lanzamos campañas como la de protección de la fauna o siembra de árboles, son buenas oportunidades para que los actores estemos unidos en torno a la causa de proteger el territorio. Las propuestas que hemos presentado han sido muy bien recibidas por los sectores en nuestra jurisdicción y se vienen incorporando. 

BIO +, que es nuestro programa sombrilla, con el que queremos conectar todo el territorio, también se viene consolidando con la entrega de Espacios Públicos Verdes, donde tenemos como grandes ejemplos de apropiación social del espacio público, con el eje ambiental como centro, a Vegachí y Ciudad Bolívar. Este año logramos tener el modelo de conectividades: cómo Antioquia y especialmente nuestra jurisdicción se puede ir conectando con los corredores biológicos y recuperar franjas de territorio que se han ido fragmentando; hoy tenemos un sistema de conectividades que nos permite ir enlazando a Antioquia y ese es un sueño que tenemos para ir conectando poco a poco nuestras áreas protegidas y los ecosistemas estratégicos, y ello redunda en una mejor calidad de vida para quienes habitamos este departamento. 

¿Y cómo vislumbra el 2022 y qué planes tiene? 

Para el 2022 nos estamos preparando desde ya en actividades de planeación, tratando siempre de buscar las maneras de ser una corporación más eficiente, que dé más tranquilidad al usuario; uno de los proyectos que tenemos es que cada vez los trámites sean tan ágiles que se vayan erradicando cada vez más los riesgos de intermediación o corrupción. Confiamos que tenemos una corporación transparente, pero siempre creemos que en la medida en que los trámites sean entendibles para los usuarios y se realicen en términos incluso más retadores que los que propone la normatividad, nos da garantía de confianza y de que no tendremos un mal uso de los recursos naturales. 

El año entrante nos enfocaremos en cumplir este plan de acción que estamos trabajando, a llegar con mayores soluciones integrales al territorio; yo pienso que, si bien tenemos una función de protección y conservación, no podemos dejar de lado ese enfoque integral, donde también tenemos que aportar al desarrollo económico de manera sostenible. Entonces seguiremos impulsando el trabajo con las comunidades, con las juntas de acción comunal, con las administraciones municipales; seguir llegando al territorio con soluciones muy pertinentes a sus necesidades diarias. 

Aquí cito un ejemplo que este año me llenó de emoción este año, y es que cuando llegamos con la Ecoescuela a un núcleo veredal, con una solución específica, que en este caso fue paneles solares en una institución educativa, también ayudamos para que una comunidad tuviera agua potable; entonces queremos seguir siendo portadores de buenas noticias, con un proceso claro de conservación y protección del patrimonio ambiental pero también de desarrollo integral del territorio.