Contraplano: Sermones a “baculazo” limpio

Por Orlando Cadavid Correa 

Desde el púlpito de la iglesia de La Inmaculada en La Floresta, de Medellín, llueven a cántaros en algunas misas unas críticas que giran alrededor de la vida cotidiana. 

Las andanadas sacerdotales tienen que ver en la mayoría de los casos con los temas que están de moda, como el IVA, las elecciones que se avecinan y las relaciones, a veces matrimoniales.  Asuntos que nada tienen que ver con el evangelio. 

El más “taquillero” del templo en mención es el joven clérigo Jaime Humberto Henao Franco, quien, en su prédica más reciente, titulada “Sólo Dios es verdad”, se despachó con estos baculazos: 

“Hoy es el día sin IVA. Eso es mentira”. 

“Oferta. Lleve dos y pague uno. Eso es mentira”. 

“Cuando los políticos dicen que hay que votar por equis o ye partido, porque tiene las mejores propuestas, eso es mentira”. 

“Cuando el borrachito dice “hasta hoy bebo o no vuelvo a beber”, eso es mentira”. 

“Cuando el donjuán le dice a su amada que no es pecado lo que le propone íntimamente, eso es mentira”. 

En Contraplano reciente el cura de marras nos proporcionó estas delicias de su púlpito: 

–“Después de los 30 años de casados, la pareja anda con las mismas ganas, pero en camas separadas”… 

–“El matrimonio, al que no lo mata lo desfigura, porque consiste en una virgen menos y en un cristo más… Pero ya no quedan ni cristos, ni vírgenes”. 

–“El hombre, separado para irse con otra, cambia de jaula, pero no de gorila”. 

–“A una pareja de sordos, al contraer matrimonio, le pareció haber oído que el padrecito, cuando les echó la bendición, les dijo: “Los declaro jodido y mujer”. 

–“El matrimonio sometido a largo desgaste por el correr de los años es el que duerme en camas separadas como dos buenos hermanitos”. 

–Consulta a un confesor: “Padre, yo soy divorciado, ¿puedo comulgar?” Respuesta: “De ninguna manera. Pídale a Dios que se le muera la primera esposa, y ahí sí puede comulgar tranquilamente”. 

La apostilla; Traemos en repetición este dicho del padre Henao Franco: “El matrimonio es como los tres tipos de gaseosas que embotella la “Coca-Cola”: empieza dulce, sigue light y después… zero.